Año 1966

Los Beatles pasaron casi todo el invierno de 1965 y la primavera de 1966 en los estudios de Abbey Road, produciendo sus dos álbumes más importantes hasta la fecha, "Rubber soul" y "Revolver".

En "Revolver" se destacan las sofisticadas composiciones y un repertorio muy amplio de estilos musicales, que van desde innovadores arreglos de cuerda clásica hasta el rock psicodélico. Abandonando la típica fotografía que hasta ese momento era norma, la portada del álbum diseñada por Klaus Voormann, un amigo que conocían desde sus días en Hamburgo, consistió ahora en un "collage artístico en blanco y negro que tenía caricaturizada la imagen de los Beatles en un corral de tinta al estilo de Aubrey Beardsley". El álbum fue precedido por el sencillo "Paperback Writer", con "Rain" en la cara B del disco, en el Reino Unido era el primer sencillo lanzado por los Beatles que no hablaba de un tema amoroso.  Los Beatles rodaron cortometrajes promocionales para ambas canciones, que están considerados como "auténticos primeros videos musicales de entre los que se rodaron en aquella época", y que fueron transmitidos en los programas Top of the Pops y The Ed Sullivan Show.

Uno de los temas más experimentales de "Revolver" fue "Tomorrow Never Knows", cuya letra fue inspirada por el libro "The Psychedelic Experience: A Manual Based on the Tibetan Book of the Dead, de Timothy Leary" (La experiencia psicodélica: Un Manual Basado en el Libro Tibetano de los Muertos, de Timothy Leary). En la creación de la canción se vieron involucradas ocho pletinas distribuidas por el edificio de estudio de grabación, cada una manejada por un ingeniero o un miembro de la banda, que variaba aleatoriamente el movimiento del bucle de una cinta. "Eleanor Rigby" de McCartney, contiene un uso prominente de un octeto de cuerda en la canción, el tema ha sido descrito como "un verdadero híbrido musical, ya que no es reconocible algún estilo o género concreto en la canción". Harrison se estaba desarrollando como compositor y tres de sus composiciones habían ganado lugar en el álbum. En "Rain" de John, aumentada por la instrumentación india de George, se utilizó la primera de muchas cintas grabadas al revés, también salió de estas sesiones "Yellow submarine" con la parte vocal atonal de Ringo, en la grabación de esta canción participó Brian Jones haciendo coros y chocando dos vasos de cristal entre si. "Revolver" finalizaba con un presagio de lo venidero. En 2003, la revista Rolling Stone situó a "Revolver" como "el tercer mejor álbum de todos los tiempos".

En junio de 1966 salió a la venta en Estados Unidos "Yesterday and Today", un álbum creado por Capitol Records para el mercado estadounidense. El disco causó gran impacto por su portada, al retratarlos vestidos de carniceros rodeados de piezas de carne y muñecas de plástico mutiladas. Una popular historia, aunque apócrifa, fue que la foto de la portada habría que entenderla como una respuesta satírica al modo que empleó Capitol en masacrar los álbumes originales del grupo. Ante la controversia y escándalo que la portada de este álbum despertó, decidieron cambiarla por una nueva más convencional. Una copia original sin censura fue subastada en 10.500 dólares en diciembre de 2005.

Al inicio del verano de 1966 según Brian Epstein, estaba escrito en el Evangelio que salieran de gira. Miope acaso egoísta, Brian no veía razón para alterar este ritual anual del que tanto gozaba, aun cuando era obvio que las giras ya no eran necesarias para el éxito comercial y financiero del grupo. Fue quizás el primer indicio importante de que Brian estaba perdiendo su perspectiva de lo que habían llegado a ser los Beatles. No necesitaban dinero, ni era necesario viajar. Los propios Beatles veían que su estilo de música había variado y ahora ya no era posible reproducirla en vivo en un escenario.

No obstante, toda la maquinaria estaba en movimiento e inexorablemente el séquito fue congregado para partir el 23 de junio de 1966 hacia Munich, Essen y Hamburgo en el primer tramo de una nueva gira mundial. En esta ocasión también viajo Peter Brown, ya que Brian quería que Peter se ocupara de los problemas administrativos y personales de los Beatles. La escala en Hamburgo fue elegida puramente en aras de la nostalgia. De Hamburgo volaron por encima del Polo norte rumbo a Tokio, pero debido al mal tiempo tuvieron que aterrizar en Anchorage, no llegaron a Tokio hasta el amanecer del día siguiente.

Un amable comisario de policía los condujo a un vestíbulo reservado para personajes importantes y les explicó que una brigada kamikaze de activistas estudiantiles, quienes rechazaban la "perversión" occidental de la cultura japonesa, había jurado que los Beatles nunca saldrían con vida del Japón. Estos estudiantes estaban particularmente encolerizados porque los Beatles estaban anunciados para tres noches de conciertos en el Budokan, que era además un templo nacional para los héroes de guerra muertos. Pese a todos los episodios peligrosos por los que habían pasado los Beatles, ninguno había sido tan intimidatorio como éste. Un cordón policial los escoltó hasta el hotel Hilton. Las autoridades les informaron de que por motivos de seguridad, los Beatles no debían salir jamás de sus aposentos, salvo para ir a actuar en el Budokan. La mañana siguiente Paul se despertó absolutamente claustrofóbico y no pudo soportar seguir encerrado, por eso él y Mal Evans se pusieron bigotes postizos y sombreros de ala ancha, que sacaron de una colección de disfraces y se escabulleron por la puerta de servicio del hotel. Los agentes de seguridad les concedieron algunas horas de libertad antes de ponerlos bajo custodia y llevarlos de vuelta al hotel en un coche policial. El comisario ya sin ninguna amabilidad, advirtió a Brian que si alguno de los Beatles volvía a violar la seguridad, se retiraría toda la protección en un abrir y cerrar de ojos.

Los Beatles fueron conducidos a toda prisa al Budokan por una ruta que se había cerrado al tránsito en plena hora punta, lo cual provocó en Tokio un atasco como nunca se había visto en la ciudad nipona. Había tiradores certeros del ejército apostados en toda la ruta, así como en la platea y los palcos del Budokan. Lo más sorprendente fue la cortesía del público japonés. Hubo uno o dos que gritaban, pero en su mayoría los adolescentes de ambos sexos, permanecieron cortésmente sentados y aplaudieron con entusiasmo después de cada canción. Fue uno de los pocos conciertos en cuyo transcurso los Beatles pudieron oírse tocar.

El 3 de julio de 1966 sin pesar alguno, partieron de Japón hacia la escala siguiente de la gira, las Islas Filipinas. Manila con su cálido sol y su exótico paisaje, prometía ser un cambio de atmósfera bienvenido con respecto a la tensión vivida en Tokio. Al llegar, en lugar de ser conducidos al hotel, fueron conducidos a un embarcadero y subidos en una embarcación que los llevó a dos o tres kilómetros mar adentro antes de regresar. Ellos entendieron que esto era una oportunidad para separarlos de su equipaje, todo el séquito sabía que ahora los Beatles viajaban con varios kilos de marihuana en los estuches de su equipo. En las aduanas esos estuches sólo eran registrados a la ligera y generalmente se les daba igual tratamiento que a las valijas diplomáticas.

A la mañana siguiente, cinco o seis asistentes uniformados, que venían del palacio presidencial, se presentaron en la puerta de Vic Lewis en el hotel. Lewis era el agente de contratación de la NEMS que había hecho arreglos para ciertas partes de la gira internacional y que se había sumado al grupo de viajeros en Japón. La policía militar quería saber a que hora llegarían los Beatles a "la fiesta". Lewis aturdido preguntó a que fiesta se referían e indicó que tenían que esperar a que llegara Brian que estaba desayunando en la cafetería del hotel. En tono ya amenazador, aquellos policías militares de uniforme caqui explicaron que la señora Imelda Marcos, la esposa del presidente Ferdinand Marcos, ofrecía un refrigerio en honor de los Beatles a quienes esperaba poco después en Malachang, la fortaleza presidencial. En algunos sectores, Imelda Marcos era más temida que su esposo, el dictador. Brian sostuvo que ésta era la primera vez que oía hablar de la invitación a esa fiesta. Más tarde supo que en Tokio, Tony Barrow había recibido tal invitación, pero que no se sabía porque nada se había hecho para responder. Fuera culpa de Barrow, de Lewis o del propio Brian, ya no importaba, los Beatles simplemente no irían. Se hallaban arriba en sus habitaciones profundamente dormidos y Brian no estaba dispuesto a permitir que se les despertara para decirles que debían estar en el palacio en media hora.

Minutos más tarde recibió una llamada telefónica del embajador británico en Filipinas, quien dijo no creer que fuese buena la idea de que los Beatles no asistieran a la fiesta de la señora Marcos. Brian respondió que lo lamentaba, pero se mantuvo firme en que no asistirían. Tiempo atrás, en Washington, durante el primer viaje de los Beatles a Norteamérica, él ya había decidido que rechazarían todas las ceremonias oficiales, ya fueran ofrecidas por diplomáticos, monarcas o dictadores. Los Beatles durmieron tranquilamente sin saber nada de lo sucedido. Por la tarde fueron despertados por Neil y Mal y se les sirvió algo de comer, tras lo cual fueron escoltados por limosines gemelas al estadio de fútbol de Araneta. Hubo dos actuaciones y cien mil personas entraron y salieron del estadio para oír tocar a los Beatles en dos series de media hora cada una. Mientras tanto Brian estaba viendo la televisión en el hotel, cuando transmitieron las noticias. Allí en la pantalla estaba Imelda Marcos paseándose cabizbaja por su palacio, ya que los Beatles no se habían presentado en una fiesta celebrada en honor a ellos y para que el agravio fuera mayor, los trescientos niños que la señora Imelda Marcos también había invitado para que vieran a los Beatles, se sentían igualmente desilusionados, eran huérfanos de guerra y lisiados. Un portavoz de palacio dijo que los Beatles habían escupido en la cara de la nación.

Los Beatles desconocían totalmente todo lo sucedido, después de unas partidas de naipes y compartir algún cigarrillo de marihuana, decidieron acostarse ya que debían estar en el aeropuerto a primera hora de la mañana siguiente, para tomar un vuelo temprano rumbo a Nueva Delhi donde pensaban tomarse unos días de vacaciones. En plena noche, Vic Lewis fue sacado de su habitación por tres policías militares, que lo llevaron a una comisaría. Durante el resto de la noche fue interrogado por dos oficiales de policía que parecían de la Gestapo y no cesaban de preguntarle el porque no habían ido a la fiesta.

A la mañana siguiente temprano (5 de julio de 1966), los Beatles fueron despertados por Neil y Mail a tiempo para vestirse y viajar, Neil pidió al servicio de habitaciones del hotel, un desayuno para los seis, los jóvenes se ducharon y vistieron mientras lo esperaban. Como el desayuno no llegaba, Mail intentó reclamarlo en varias ocasiones, pero nadie le cogía el teléfono. Finalmente bajó al vestíbulo y vio que estaba desierto y sin ningún tipo de protección policial. Cuando por fin Mail encontró alguien de recepción, el sujeto se mostro malhumorado y le dijo que ya no había más servicio interno para los Beatles. Cierta autoridad anónima había anulado todos los servicios para los Beatles. Esto desconcertó sobremanera a Mal, hasta que vio en el vestíbulo un diario inglés, el titular decía: "los Beatles desaíran al Presidente". Cuando Mal regresó a las habitaciones de los Beatles con el diario, los muchachos habían encendido el televisor y descubrieron que lo mejor era salir del país lo antes posible. Tony Barrow, Mal Evans y Vic Lewis empezaron a cargar ellos mismos a mano los equipajes en un furgón alquilado para llevarlos al aeropuerto. Después de un largo recorrido sin ningún tipo de protección llegaron a destino. Antes de poder despegar sufrieron varios traslados de una sala a otra, al final incluso sufrieron golpes de la propia policía, siendo los más perjudicados, Mal, Brian y Ringo. Finalmente el vuelo 862 de KLM despegó rumbo a la India, estando todos los componentes del séquito hundidos en sus asientos. Tras todos estos acontecimientos, los Beatles empezaron a pensar en no hacer más giras.

Los Beatles estaban furiosos con Brian, atribuían que todo el incidente era culpa de su ineptitud. Cerca del apartamento de Brian, en sus propios cuartos interconectados, bebían whisky, Coca Cola y se pasaban canutos mientras comentaban los aterradores acontecimientos de Manila y la situación histérica del avión. Era la opinión general, que Brian había metido la pata y que ya no controlaba la situación. Tras todos estos acontecimientos, los Beatles empezaron a pensar en no hacer más giras, pero como les comentó Neil, Brian ya tenía apalabrada otra gira para el año siguiente.

Brian Epstein muy contrariado por todo lo sucedido y por indicación del Doctor Norman Cowan, se fue de vacaciones a un hotel de lujo de Portmerion, en la costa noroeste de Gales, desde donde se veía el mar y la ventosa playa, era el sitio más alejado de Londres al que podía llegar. Todos le aconsejaban que tratara de no preocuparse.

Pero hacía apenas cuatro días que el pobre Brian estaba en Portmerion, cuando desde Norteamérica llegaron informes de que los Beatles se hallaban en medio de un terrible escándalo. Este se había iniciado de manera inocente varios meses atrás, con un perfil sobre John Lennon escrito por Maureen Cleave, periodista pop del Evening Standard. La primavera anterior se le había permitido entrar en cada uno de sus hogares para entrevistarlos dilatadamente y observarlos con sus esposas. Estos retratos de los Beatles fueron publicados uno por día durante una semana, incluyendo uno acerca de Brian Epstein. En el perfil de Lennon, Maureen Cleave logró que se pusiera filosófico acerca de esos temas que no se comentan habitualmente con un astro del pop. Hablando sobre la religión organizada, John reflexionó: "El cristianismo desaparecerá, menguará y se esfumará. No hace falta que yo lo demuestre, estoy en lo cierto y se demostrará que lo estoy. Ahora nosotros somos más populares que Jesús, no sé que desaparecerá primero si el rock and roll o el cristianismo. Jesús era un gran tipo, pero sus discípulos fueron torpes y vulgares".

En Inglaterra, estos comentarios no llamaron la atención del público y de la prensa, ya habituados a las irreverencias de John, pero varios meses más tarde, cuando esta cita fue reproducida en una revista norteamericana para adolescentes llamada "Datebook", estalló una tormenta de fuego. La comunidad religiosa norteamericana se levantó en armas, los tradicionalistas se enfurecieron tanto por las observaciones de John, que salieron a la caza de los Beatles, tanto literal como figuradamente. Se estaban incendiando cargas enteras de discos de los Beatles, por lo menos en seis estados sureños, tenían lugar mítines eclesiásticos para colectar objetos referidos a los Beatles. Se distribuyeron recipientes para la basura en una recorrida de casa por casa. Las tiendas de discos, incluyendo grandes cadenas, rechazaban las entregas de discos de los Beatles. En los cinco primeros días de la controversia, más de treinta y cinco emisoras de radio prohibieron toda transmisión radiofónica de discos de los Beatles, sometiéndose así a la presión de grupos religiosos. El grupo recibió siniestras amenazas del Ku Klux Klan, contra su seguridad cuando llegasen a Norteamérica.

Brian tambaleante, abandonó su lecho de convaleciente y viajó a New York para reunirse con Nat Weiss con el fin de anular la gira prevista para el mes de agosto, pues creía que sus representados ya habían sufrido suficiente maltrato aquel año. Estaba dispuesto a pagar todas las indemnizaciones necesarias para cancelar todos los conciertos, si les ocurriese algo, no se lo podría perdonar nunca. Nat Weiss era el encargado de organizar todos los asuntos de los Beatles en Estados Unidos.

Nat persuadió a Brian de que no era necesario cancelar toda la gira. Era probable que se pudiera arreglar todo si John se disculpaba en público. Brian cogió el teléfono de Nat para que éste llamara a John a Weybridge y le comentara el plan. John se puso furioso al pensar que tendría que disculparse por algo que en su opinión, era simplemente cierto, que los Beatles eran más populares que Jesús. Le contestó a Brian que antes de disculparse prefería no salir en esa gira. Después de muchas presiones, Brian logró que John accediera por lo menos a tratar de explicar en una rueda de prensa, lo que quiso decir en la entrevista de Maureen.

Mientras tanto Brian celebró su propia conferencia de prensa en Nueva York explicando que las declaraciones de John se habían tergiversado y sacado de contexto. Maureen Cleave, hizo también unas declaraciones en Londres explicando que John no comparaba a los Beatles con Cristo, simplemente observaba que la situación del cristianismo era tan débil, que los Beatles eran más conocidos para muchas personas y él no aprobaba esto, sino que lo deploraba.

El 11 de agosto de 1966, cuando los Beatles llegaron al aeropuerto de O'Hare, los aguardaban con una actitud hostil, varios periodistas y disc jockeys. Esa misma noche, los medios informativos fueron invitados al hotel para una conferencia de prensa, John estaba pálido y nervioso cuando cogió el micrófono. John dijo: "Si hubiera dicho que la televisión era más popular que Jesús, habría podido salirme con la mía, como hablaba simplemente con una amiga, usé la palabra Beatles y solo me refería a ellos como poseedores de más influencia sobre los jovencitos y demás que ninguna otra cosa, incluyendo a Jesús. Sólo dije lo que dije y quizás fue un error o se me interpreto mal".

Los reporteros se miraron perplejos y nada apaciguados le preguntaron: "Pero ¿está dispuesto a disculparse?". Eso era exactamente lo que John creía haber hecho. El enojo de Lennon fue en aumento y se sucedieron una serie de preguntas y respuestas manteniendo las dos partes su postura, los periodistas exigiendo unas disculpas y John se mantenía en sus trece de que él no decía que los Beatles eran mejores que Dios o Jesús, simplemente había utilizado la palabra Beatles porque para él era fácil hablar de los Beatles.

John había llegado a una crisis, estaba cansado de venderse, de alagar a la prensa y al público así como de reprimir sus sentimientos y pensamientos. Por si fuera poco, John tomó su primera posición política en público, pronunciándose contra la guerra de Vietnam y la reciente intervención norteamericana. Este comentario no pasó inadvertido para Brian, quien más tarde le pidió suavemente a John, que se abstuviese de tomar partido en esa cuestión. En respuesta John se limitó a mirarlo con enojo. La disculpa de John sobre Jesús contribuyo en parte a calmar las aguas agitadas, pero dejó todavía una desagradable tensión en el aire.

La gira por Estados Unidos adquirió la misma cualidad de pesadilla que las actuaciones de Japón y Manila. El 14 de agosto tocaron en el Estadio Municipal de Cleveland bajo una lluvia torrencial, sobre un escenario descubierto y con un equipo eléctrico cuya conexión a tierra era deficiente. Brian tuvo que interrumpir el espectáculo diez minutos después de iniciado, para impedir que se electrocutaran.

Ofrecieron actuaciones fatigadas y deslucidas en Washington y Toronto antes de ir a Tennessee, donde el Ku Klux Kan montó guardia frente al Memphis Coliseum el 19 de agosto. Era en esta presentación donde más se temía la posibilidad de que pudiera ver un francotirador entre el numeroso público, se pidió a la policía que estuviese atenta por si aparecían armas de fuego. En mitad de la actuación, alguien arrojó un petardo desde las gradas al escenario donde explotó, George Harrison casi se desmayó del miedo. El día 20 de agosto de 1966 en Cincinnati, Paul McCartney estuvo tan nervioso que vomitó detrás del escenario.

El 24 regresaron a Nueva York para otra actuación en el Shea Stadium, con todas las entradas vendidas. Cuando se les obsequió con una tarta enorme en el vestuario, John preguntó si había una mujer desnuda dentro. El 25 de agosto actuaron en Seattle y luego volaron a San Francisco para actuar en el Cow Palace.

The Beatles dieron su último concierto en vivo el 29 de agosto de 1966 en el estadio de Candlestick Park de San Francisco. 

La capacidad del parque era de 42.500 espectadores pero solo se vendieron 25.000 entradas, dejando grandes secciones de asientos sin vender. El Candlestick Park en agosto por la noche, era frío con niebla y mucho viento. El vestuario era un caos, periodistas con sus hijos, cualquier celebridad que estuviera en la ciudad, quería visitar a los Beatles antes de su actuación. Los Beatles subieron el escenario a las 21:27 e interpretaron doce canciones. Los chicos que después de las últimas experiencias vividas, ya habían decidido que está sería su última actuación en público, pidieron a Tony Barrow que grabara el concierto. A Barrow se le agotó la cinta cuando tocaban  Long Tall Sally y llevaba 60 minutos grabados. En el avión de regreso a Inglaterra, todos se sintieron aliviados por haber acordado no hacer más giras, estaban agotados, habían sentido miedo en más de una ocasión y por la potencia de los amplificadores y el griterío del público, en las actuaciones en directo apenas podían oír lo que estaban tocando. Candlestick Park, marcó el final de un período de cuatro años dominado por giras que incluyeron cerca de 1.400 apariciones en conciertos a nivel internacional. 

Por la decisión tomada por Los Beatles y por problemas de sexo con un joven, Brian intentó suicidarse tomando unas píldoras, gracias a la rápida intervención de Peter Brown al llamar al doctor Cowan, el incidente se quedó afortunadamente en un enorme susto, si bien Epstein, tuvo que permanecer unos días en cama. Brian dijo que había sido un despiste, pero Peter encontró una nota sobre la mesita que decía "Esto es demasiado y ya no puedo soportarlo más".

En septiembre los Beatles tomaron distintos caminos cada uno. Para los cuatro jóvenes que habían estado férreamente juntos durante tanto tiempo, el separarse por primera vez en casi diez años, era una circunstancia peculiar. Se proponían volver a reunirse a finales de noviembre, para empezar a trabajar en un álbum continuación de "Revolver", pero eso les dejaba unos meses que ocupar por su cuenta.

Una alternativa era hacer una tercera película, pero los cuatro Beatles y Brian Epstein no pudieron ponerse de acuerdo sobre el guión adecuado. En cambio se autorizó a King Features de Estados Unidos para un filme largo de dibujos animados, que finalmente se tituló "Yellow Submarine". Los Beatles no tuvieron prácticamente nada que ver con este filme de dibujos, aparte de componer algunas canciones para el mismo.

En una coincidencia tal vez peculiar, aunque estaban separados, cada uno se dejó bigote y el cabello más largo sin consultarse. Súbitamente, donde se mirara, los hombres jóvenes tenían bigote y cabello largo.

Paul adquirió una casa urbana en la elegante avenida Cavendish de Londres, donde fue a vivir con Jane Asher, con la que mantuvo un noviazgo desde el 18 de abril de 1963 hasta el 20 de julio de 1968, la relación se rompió debido a una infidelidad más del músico. Estuvieron a punto de casarse en más de una ocasión, pero nunca llegaron a hacerlo. Cabe señalar que Paul fue el primer Beatle que evidenció alguna distancia o reserva hacia los otros. Un día Paul citó en High Park al leal gerente de NEMS, Alistair Taylor, para que éste fuera a la farmacia a buscarle algún pesticida en su nombre, Paul tenía ladillas y necesitaba un remedio para poderse lavar. Siendo Paul una celebridad local, estaba demasiado avergonzado para pedir él mismo el pesticida. En esta misión había además una sensación de urgencia, ya que Paul temía contagiar los diminutos parásitos a Jane. Paul compuso una partitura cinematográfica muy ambiciosa para el nuevo filme de los hermanos Boulting, "The Family Way", que protagonizaba la muy popular jovencita Hayley Mills. Fue el primer trabajo de un Beatle por sí solo.

También George Harrison se desarrolló, se había hecho muy claro que en cuanto se refería a John y Paul, George no era más que un Beatle de tercera categoría y nada podía hacer al respecto. Su música era sumariamente descartada en las sesiones de grabación y las pocas canciones de George que aparecían en álbumes de los Beatles, eran relegadas a puestos de relleno. Únicamente "Taxman" había sido aceptada para encabezar el disco de "Revolver". Desde la primera vez que oyó tocar el sitar en la película "Help!", George empezó a estudiar ese instrumento de veintiuna cuerdas, parecido a la guitarra. Este instrumento apareció primero en la canción de John "Norwegian Wood" y luego en "Rain", que finalizaba con una de las ragas neo-indias de George.

Una noche, durante un agasajo en Londres, alguien presentó a Ravi Shankar a George, Ravi era el más conocido virtuoso de sitar de la India, pero era poco conocido en el mundo occidental. Shankar invitó a George a ir a la India para estudiar con él. Esto marcó el inicio de una larga y fructífera alianza para los dos músicos, George haría de la música india y de Shankar, parte del tronco principal de su música comercial.

Ringo que necesitaba mucho menos de la vida de lo que ésta parecía haberle entregado en bandeja de plata, no experimentó ningún desasosiego aquel otoño. Se entretuvo con sus costosos juguetes y sus automóviles, disfrutando de la vida nocturna londinense. Maureen, su amante y abnegada esposa lo esperaba levantada por tarde que llegara Ringo y siempre tenía una comida caliente preparada por si Ringo tenía apetito. En aquel invierno Maureen quedó dichosamente en cinta con el segundo hijo de ambos.

John Lennon fue el Beatle que más sufrió con esta separación, convivía con Cynthia de una forma bastante estúpida y aburrida. A John se le suplicaba que escribiese libros, partituras cinematográficas, que proporcionara letras, que escribiese obras teatrales. Sin saber que diablos hacer todo el día, acepto un pequeño papel en una película antibélica de Richard Lester, "How I Won The War" (Como gané la guerra). John se sintió cómodo trabajando otra vez con Lester, ya que éste conocía su talento como actor y los lugares de filmación consistían en una breve estancia en Alemania y después dos meses en Almería, parecían interesantes. John se llevó consigo a Cynthia, a Neil Aspinall y una maleta llena de drogas. En Alemania le cortaron los célebres rizos Beatle de John, dejándole el cabello muy corto, al estilo militar. También desechó sus lentes de contacto por primera vez desde que se hiciera famoso, reemplazándolos por unas gafas ovaladas con armazón de alambre, distribuidas por el ejército durante la primera guerra mundial. Esas gafas llegaron a ser una marca de fábrica tanto como lo había sido el peinado Beatle.

Cuando John y Cynthia regresaron a Londres, empezó una larga temporada festiva, como perfecto talón de fondo para el desasosiego de John. Ese año, el alocado Londres se interesaba más por el LSD que por cualquier otra cosa. Entre la multitud siempre cambiante, fue presentado a John Dunbar. John Dunbar era un licenciado en Cambridge que en 1964 había recorrido Estados Unidos a dedo y había vuelto a Londres para inaugurar la Indica Gallery, a John le agradó la locuacidad y la gracia de Dunbar. John Dunbar se había casado el 6 de mayo de 1965 con Marianne Faithfull. Roman Polanski era un buen cliente de la galería, solía aparecer en plena noche para comprar algún objeto a los muchos vendedores de paso, uno de esos vendedores era John Alexis Mardas "Alex" un mozalbete griego de veintiún año, flaco y de cabello castaño y que tenía amplios conocimientos de electrónica, Dunbar le sugirió a Alex que se asociara con él. El primer proyecto de Alex fue una caja llena de luces parpadeantes, cubierta con una membrana transparente. La llamaron "caja de luz psicodélica" y se la vendieron a los Rolling Stones, Brian Jones simpatizó con Alex de manera especial, y Jones presentó Alex a John Lennon y a George Harrison. Ambos Beatles que ya desconfiaban de los desconocidos con planes grandiosos, quedaron totalmente prendados del hechizo de Alex. Para Cynthia, Alex irradiaba problemas. Alex pasó a ser el constante e inconmovible camarada de John.

El 9 de noviembre Peter Brown, ya no podía seguir conteniendo las inquietas llamadas telefónicas de Arthur Howes, que era el promotor de giras de los Beatles por Inglaterra. Brian Epstein que no soportaba admitir la verdad, llamó finalmente a Howes y le dijo que los Beatles ya no aceptarían más compromisos. En menos de una hora, esta noticia se filtró a la prensa y la oficina de Brian se inundó de llamadas telefónicas. Al día siguiente, casi todos los periódicos informaban de que los Beatles se proponían existir únicamente como artistas de grabación. Tanto Brian Epstein como Peter Brown hablaban por teléfono con diversos reporteros, asegurándoles que los Beatles no se habían disuelto.

Mientras Brian Epstein y Peter Brown seguían hablando día tras día por teléfono con diversos reporteros, asegurándoles que los Beatles no se habían disuelto ni mucho menos, John Dunbar llamó por teléfono a John Lennon, quien estaba en Kenwood desplomado en el sofá, hacía tres días consecutivos que no dormía "volado" con LSD y no se había lavado ni afeitado en 72 horas. Dunbar quería que John fuera esta noche a la inauguración privada de una exposición que se iba a iniciar en la Indica Gallery. A John la descripción que le hizo Dunbar de esa exposición, le sonó muy sexual, vagamente parecida a una orgía. La exposición se llamaba "Pinturas y objetos inconclusos de Yoko Ono", Lennon acepto ir.

Alrededor de los diez de la noche, John llegó a la Indica en su Mini con chófer. Dunbar lo esperaba en la entrada de la galería y lo acompañó a ver la exposición. Los objetos expuestos eran tan simples y arbitrarios, que aquello parecía ser una especie de burla. Dunbar condujo a John al sótano para ver la parte en vivo de la exposición. Varios hombres y mujeres jóvenes, todos de cabello largo, estaban sentados en el suelo, zurciendo las desgarraduras de un enorme saco de lona. Dunbar fue en busca de la artista y le dijo, "ve y saluda al millonario", le susurró intencionadamente. De inmediato se presentó ante John una figura llamativa, era una japonesa diminuta, que vestía pantalones negros y un andrajoso suéter negro. Su rostro muy pálido y ceñudo, era resaltado por su cabello negro que le caía por sobre sus pechos casi hasta la cintura. Se llamaba Yoko Ono.

En menos de siete meses, después de grabar Revolver, volvieron a los estudios de grabación de EMI el 24 de noviembre de 1966 para empezar a grabar su octavo álbum, "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band". Los Beatles querían que todo en el "Sgt. Pepper's" fuera diferente. Tenían instalados micrófonos dentro de las campanas de los instrumentos de metal, y los auriculares se convirtieron en micrófonos unidos a los violines. Solían usar gigantes osciladores primitivos para variar la velocidad del sonido de los instrumentos y la voz, y tenían cintas cortadas en pedazos y pegadas de nuevo aleatoriamente y al revés. Algunas partes de "A Day in the Life" requirieron una orquesta de cuarenta personas. Cerca de 700 horas de tiempo de estudio se dedicaron a las sesiones.  

¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar