Año 1968

En febrero de 1968, cuando Apple estaba preparada par iniciar su plena actividad, Los Beatles decidieron terminar el curso de meditación trascendental que habían iniciado el mes de agosto de 1967 en Bangor Gales del Norte. Pero esta vez los Beatles habían aceptado, no un curso de 10 días, sino irse a Rishikesh, en la lejana desolación del norte de la India, para tres meses de estudio serio. Tenían la esperanza de que el dominio de la meditación trascendental les diera la sabiduría para manejar Apple. En Rishikesh, decían, vivirían en un ashram sin drogas ni alcohol.

La fe de los Beatles en el diminuto Maharishi parecía inconmovible. Durante el invierno habían seguido siendo serios devotos del gurú, a quien visitaban con frecuencia en su morada londinense de South Kensington, seguían concurriendo a sus disertaciones. George Harrison y John Lennon se hicieron vegetarianos, aun cuando John había vuelto inmediatamente a su régimen de drogas después de morir Brian Epstein. Los Beatles pensaban incluso financiar como ramal de Apple Films, una larga película sobre el Maharishi, cuyos beneficios financiarían una Universidad de Meditación Trascendental en Londres.

Peter Brown, tenía dudas en cuanto a la eficacia de que los Beatles se fuesen a la India con el Maharishi en plena formación de Apple, debido a ciertos incidentes que le llevaban a creer que el Maharishi estaba usando el nombre de los Beatles en beneficio propio.

El 16 de febrero de 1968, los Beatles partieron hacia Rishikesh. El grupo lo formaban John y Cynthia, George y Pattie, Paul y Jane Asher, Ringo y Maureen, Mal Evans, Jenny Boyd y Donovan. Viajaron primero a Delhi, luego en taxi y en jeep, y después a lomo de burro. Cuando el camino se hizo imposible para que lo transitara ni siquiera un burro, recorrieron el último kilometro y medio a pie antes de llegar a los portales del ashram. A los Beatles se sumaron en el ashram, Mike Love de los Beach Boys, la actriz Mia Farrow y varias personas más. El ashram resultó parecerse más a un hotel que al espartano campamento de gurúes que esperaban los Beatles.

Ya situados en el ashram, empezaron a estudiar en serio. Cada mañana se despertaban al amanecer para desayunar temprano, después iban a largas conferencias o pasaban las tardes en sesiones de meditación. Se inició entre ellos una amistosa competencia para ver quien podía meditar más tiempo. John parecía estar realmente integrado, otros pensaban que estaba simulando y que George era el más dispuesto a lo espiritual de todo el grupo. Cuando llegaron era el final de la estación de lluvias, pero en pocas semanas el clima se puso cálido y pudieron bañarse en el rio Ganges.

Todas las noches después de cenar, sin ayuda de drogas ni alcohol, los jóvenes solían sacar sus guitarras bajo la luz de la luna, para cantar y componer canciones. La cantidad y la calidad de las canciones compuestas en la India fue asombrosa, aun para quienes los conocían. Varias de esas canciones constituirían su próximo álbum.

Cuando llegaron al ashram, Cynthia quedo molesta al saber que John había dispuesto que ellos durmieran en aposentos separados. John explicó que la distancia sería buena para meditar, y de cualquier manera se verían constantemente en el pequeño campamento. Pese a tan poco romántico arreglo, Cynthia disfrutó de estar en Rishikesh. El refugio del Maharishi era la última esperanza que ella tenía para su matrimonio. Su vida con John era un desastre y recientemente Cynthia había advertido la presencia en la vida de ambos, de una japonesa menuda llamada Yoko Ono.

Cynthia no sabía que John había pensado llevar a Yoko a la India en lugar de ella, o hasta además de ella, si hubiese podido figurarse cómo lograrlo. John no sentía ninguna culpa con respecto a Yoko, porque no le había mentido a Cynthia, era una relación intelectual, no romántica. Cada vez que John estaba por decir a Cynthia que su matrimonio había concluido y que él necesitaba alejarse de ella, Cynthia lo miraba con esos ojos tristes, azules, y él no tenía coraje para decírselo. Así que fueron juntos a Rishikesh, mientras Yoko aguardaba con impaciencia la vuelta de John.

Rishikesh dio a Cynthia la oportunidad de recobrar un sentido de sí misma, lejos de las presiones de Kenwood, Meditó y volvió al caballete, donde pasaba horas dibujando y pintando. Desde lejos, observó que John se ponía más sano y fuerte sin drogas.

Por un breve momento al acercarse el cumpleaños de Julian, Lennon tuvo algunos sentimientos románticos y paternales. "Oh 'Cyn' será maravilloso estar de nuevo con Julian. Todo volverá a ser fantástico, ¿verdad?". Pero el momentáneo impulso pasó y John empezó a alejarse más de Cynthia. Cada mañana John se levantaba temprano e iba al sitio donde dejaban la correspondencia para retirar las cartas de Yoko. John veía que las cartas de Yoko le excitaban mucho, nada había en ellas que hubiera podido entender una esposa ni una suegra, y desde la India empezó a pensar en ella como una mujer, no simplemente como una intelectual.

El décimo día, Ringo y Maureen partieron de vuelta. Dijeron a los reporteros que los recibieron en Londres que habían tenido que irse porque el estómago delicado de Ringo Starr no toleraba la comida tan sazonada, pero principalmente fue porque detestaban el ashram. Paul y Jane aguantaron seis semanas. Paul simplemente no lo estaba consiguiendo ni tampoco creía en ello. Pero cuando llegaron a Heathrow, no dijeron nada de esto a la prensa que los estaba esperando, únicamente que echaban de menos Londres y querían volver a casa.

John y George, en cambio siguieron siendo fieles creyentes, pese al creciente escepticismo de sus amigos, entre ellos Neil Aspinall. Neil viajaba en avión de Londres a Delhi, ida y vuelta, a intervalos regulares, manteniendo informados a los Beatles acerca del progreso de Apple. Uno de estos viajes tuvo por objeto cerrar un trato con el Maharishi para un filme acerca de él, Neil preveía dificultades para explicar los arreglos comerciales a un sujeto tan espiritual, pero comprobó que el Maharishi tenía un contable a su servicio. Neil y el gurú regatearon largo rato acerca de dos puntos y medio adicionales. Neil les pidió que aguardaran a que lo consultara, al ver que aquel tipo sabía mucho más que él para hacer negocios.

El crítico más vigoroso del Maharishi resultó ser Alex el Mágico, que fue a Rishikesh al ser llamado por John, que echaba de menos su compañía. Cuando llegó al ashram, Alex quedó consternado por lo que encontró, camas tipo hotel, masajistas, sirvientes que traían el agua, casas con accesorios, un contable. Según Alex, las dulces viejecitas del ashram que gustaron tanto a Cynthia por su calidez y su franqueza, eran ancianas suecas mentalmente enfermas, que habían legado su fortuna al Maharishi.

Cuando llegó Alex, hacía más de un mes que John estaba completamente libre de drogas y alcohol, y estaba más sano que en muchos años, pero Alex aún sentía que el Maharishi recibía más de lo que daba. Hacía apenas una semana que Alex se hallaba en el campamento, cuando oyó decir que el Maharishi esperaba que los Beatles depositaran del diez al veinticinco por ciento de sus ingresos anuales en una cuenta suiza a nombre suyo. Alex reprochó esto al Maharishi y éste trató de apaciguarlo ofreciendo pagarle para que construyese una estación radiofónica de alta potencia en los alrededores del ashram, para que él pudiese propagar su mensaje sagrado a las masas de la India. Alex descubrió a través de una linda enfermera llegada de California, que en una consulta privada con el Maharishi, se le había dado a comer pollo. En general a nadie en el campamento le importaba que el Maharishi comiera a veces pollo a escondidas, pero luego en la undécima semana las versiones empeoraron. Esa misma joven confió a Alex que en una de esas sesiones el Maharishi le había hecho insinuaciones sexuales. En cinco ocasiones distintas, ansiosa de complacer al gran gurú, la joven se recostaba cerrando los ojos mientras pensaba en California al mismo tiempo que el pequeño gurú oficiaba en su carne.

Alex lo contó a los demás y discutieron durante horas. George no creía ni una palabra y estaba furioso con Alex. John tenía ciertas dudas, el Maharishi había resultado ser tan mundano y mercenario como los demás. Se tomó la decisión de partir a la mañana siguiente temprano. Alex temía que el Maharishi pudiera tratar de bloquearles la salida negándose a ayudarles a conseguir transporte. Poco después del desayuno, el Maharishi entró en el caserío y ocupó su lugar, sentado a la turca. Los tres hombres fueron a verlo, aunque John aborrecía la tarea, él había sido designado como portavoz. John le dijo que se marchaban y el gurú le pregunto: "pero ¿por qué?", John que no tenía coraje para hacerle frente, respondió: "Tú eres el cósmico, deberías saberlo".

Después de superar algunos incidentes con los coches, llegaron exhaustos y furiosos a Delhi, se alojaron en el Hilton y fueron reconocidos de inmediato. En menos de veinte minutos varios corresponsales y reporteros de todos los servicios cablegráficos, se arremolinaron en el vestíbulo del hotel. John y George dijeron a la prensa que se iban porque tenían asuntos urgentes en Londres. De vuelta en Londres, los Beatles decidieron guardar silencio en cuanto lo ocurrido. Decidieron que si se revelaba todo lo sucedido, les daría una mala imagen. George estaba convencido de que Alex mentía y trataba de calumniar al Maharishi para apartarlo de él y de John.

En el avión de regreso a Londres, John después de beber bastante whisky, tras no haber bebido alcohol durante mucho tiempo, le confesó a Cynthia que no le había sido fiel en toda su vida matrimonial. Le fue relacionando varias de las relaciones que recordaba, Cynthia le suplicó que se callara, no quería oír más. El fin de semana siguiente John partió sólo, para visitar a Derek Taylor, su esposa y sus cuatro hijos. Se pasó el día volando con LSD. Aquel día con esa familia dichosa en el campo levantó temporalmente el ánimo a John. Esa noche volvió a casa todavía volado y entusiasmado con la idea de tener hijos.

Le dijo a Cynthia que había sido magnífico y que debían tener más hijos. Tan desanimada quedó ella por este repentino estallido de efecto, sabiendo que era tan sólo un efecto colateral del LSD, que estalló en lágrimas. John la maldijo y Cynthia entre lágrimas le dijo que no la quería a ella, sino a esa japonesa. John le contestó que eso era ridículo, Yoko Ono estaba loca y a él no le interesaba. La atmósfera se tornó insoportablemente tensa y John sugirió que como debía trabajar largas horas en los estudios de grabación, Cynthia acompañara a Alex y a Jenny en unas vacaciones a Grecia. Julian fue enviado a vivir en casa de la señora Jarlett, que era su empleada de hogar.

John se quedó sólo en la casa y llamó a Pete Shotton a la boutique Apple, para no tener que mirar la televisión solo. Sentados en la solana al fondo de la casa, charlaron acerca de sus conquistas favoritas. Súbitamente John le dijo que había conocido a una mujer japonesa llamada Yoko. En plena noche John la llamó para preguntarle si quería viajar hasta Weybridge. Yoko llegó en taxis una hora más tarde. Entonces la llevó a recorrer la casa, lo cual incluyó una parada en el mortero y su almirez, donde ambos ingirieron LSD. Más tarde John la llevo arriba, a su estudio y le hizo escuchar unas cintas. A veces John había intentado pasar esas cintas para los demás Beatles, sugiriendo que se las incluyeran en un álbum, pero Paul ni siquiera se quiso molestar en escucharlas. A Yoko en cambio, le encantaron esas cintas, no sonaban muy diferentes a su propia música, vanguardista de alaridos y gritos. Al verla sonreír, él quedó infinitamente complacido. Fundidos con el LSD, pasaron la noche juntos.

Pocos días después, al volver de Grecia Cynthia con Alex y Jenny, encontró a John y Yoko sentados cómodos en la cocina. A la mañana siguiente, Cynthia despertó en la cama con Alex, asqueada consigo misma y resuelta a luchar por su matrimonio. John le anunció que debía ir a Nueva York con Paul en viaje de negocios, para anunciar la inauguración de Apple. Aunque Cynthia rogó acompañarlo en este viaje, John le dijo que estaría demasiado ocupado. De nuevo John la envió lejos, esta vez con la madre de ella y con Julian, a Pesaro, Italia. Da mala gana Cynthia lo despidió con besos, sería la última vez.

Aquel mes de mayo de 1968, cuando los Beatles volvieron a encontrarse con George Martin en los estudios de Abbey Road para grabar el material que habían acumulado en la India, descubrieron entre ellos una presencia inesperada, Yoko Ono. Yoko estaba siempre junto a John, literalmente junto a él. Esto ponía en tela de juicio uno de los pactos más cuidadosamente mantenidos por los Beatles, nadie estaba autorizado a entrar en el estudio mientras ellos trabajaban, salvo Neil y Mal. Yoko habría podido ser más tolerada si hubiese mantenido una distancia discreta, pero en cambio estaba en medio de todo, Si tenía una opinión sobre la música de los Beatles, la ofrecía no sólo una vez, sino que con insistencia.

Al principio Paul procuró entender lo de Yoko y no causar una gran crisis al respecto. Paul era profesional del espectáculo y el álbum estaba primero. Pero Yoko lo hartó, pronto él y los otros perdieron la paciencia y brotó la hostilidad. Para John cada comentario hostil sobre Yoko, era como una cuchillada en la espalda.

Antes de que terminara el mes de mayo, cuando Cynthia estaba todavía refugiada en Pesaro, John sacó a Yoko del segundo plano y la llevó a la vista del público. En el Arts Lab (Laboratorio de Arte) de Drury Lane, prepararon su primera exposición artística conjunta, consistente en objetos de madera para destruir o acrecentar, seguidamente Yoko concurrió con John a una conferencia de prensa para publicitar la inauguración de Apple Tailoring. El 18 de junio de 1968, ella asistió al estreno de "In his own write", el libro de garabatos y dibujos de John que milagrosamente había sido adaptado y dirigido para el teatro por Victor Spinetti, amigo de John. "In his own write", inauguro la temporada en el Teatro Nacional.

El 10 de julio, Lennon hizo una declaración pública de su amor con una exposición artística que él auspició, titulada "Estás aquí" con la dedicatoria "A Yoko, de John, con amor". Para la inauguración tuvo lugar una celebración de gala en la Robert Fraser Gallery, en las inmediaciones de la calle Oxford, la muestra era una exhibición de cajas para colectas. Asistieron todos los principales críticos de arte y representantes de la gran prensa. John y Yoko llegaron vestidos totalmente de blanco, en el inicio de su fase de coordinación cromática. Los comentarios y la cobertura periodística de la muestra fueron más brutales aun que las reseñas de "Magical Mystery Tour". El sentimiento generalizado era "Traigan de vuelta al antiguo Lennon", y todos querían saber que había pasado con Cynthia y Julian. Fue el inicio de un giro de ciento ochenta grados para John, de hijo favorito, a objeto de irrisión y controversia.

En el hotel Cruiser de Pesaro, Cynthia vio en la prensa británica las fotografías de John y Yoko juntos, cayó en un negro pozo de depresión. Se fue a la cama y allí permaneció días enteros sin comer ni dormir. En su primera noche de salida, Cynthia se lanzó de cabeza a la tarea de ahogar sus penas. Acompañada por Roberto Bassanini, el atento hijo de los dueños del hotel, fueron de un club a otro, bebiendo hasta la salida del sol, llegaron al hotel riendo alegremente. En la puerta la estaba esperando Alex el Mágico, le dijo a Cynthia que lo enviaba John con un ultimátum, quería el divorcio para casarse con Yoko.

Cynthia volvió enseguida a Londres para hablar con John, pero no pudo reunirse con él hasta pasadas dos semanas, John insistió en que Yoko estuviese presente durante esta dificultosa confrontación entre marido y mujer. John la amenazó con denunciarla de adulterio por haberse acostado con Alex y estaba dispuesto a concederle una pequeña suma y la dejaría seguir su camino. La entrevista terminó cuando John se disculpó para ir al cuarto de baño y Yoko salió tras él.

Cynthia mantuvo la boca cerrada y dejó que John la demandara. John pidió a Peter Brown que arreglara los términos del divorcio. Todo iba sobre ruedas cuando, a principios de septiembre, John le comentó a Peter que Yoko estaba embarazada e iba a tener un hijo suyo. Brown le aconsejó que de momento esto se mantuviera en secreto ante la prensa y le explicó que sería bastante absurdo que John insistiera en sus acusaciones contra Cynthia, estando Yoko encinta.

Así, se abandonaron las acusaciones de John contra Cynthia, a quien se permitió invertir la situación y solicitar el divorcio presentando una demanda contra John. En noviembre de 1968 se concedió a Cynthia un decreto de nulidad, que pasó a ser definitivo seis meses más tarde. Cynthia aceptó un pago solamente de cien mil libras, de las cuales tuvo que usar veinticinco mil para comprar una casa en Kensington, donde vivieran ella, Julian y su madre.

Cynthia Powell fue amputada de los Beatles y de sus familias con celeridad y precisión implacables. Pocos empleados o amigos de los Beatles se atrevieron a mostrarle apoyo, ni hablar en contra de Yoko, so pena de que la ira de John cayese sobre ellos. El único amigote de Liverpool que pudo brindar a Cynthia algún apoyo o comprensión, fue Paul McCartney. Éste fue en su Aston Martin a visitarlos, a ella y a Julian. En el trayecto inventó una canción para alegrar al pequeño, que decía "Hey Julian, no es tan malo. Toma una canción triste y mejórala", esta se convertiría en uno de los mayores éxitos de los Beatles, "Hey Jude". Una vez solucionado el divorcio entre John y Cynthia, Brown empezó a trabajar en la preparación del divorcio de Yoko Ono y Tony Cox. John, Yoko y Tony, mantuvieron una amable reunión en el despacho de Brown en Apple. John aceptó pagar todas las deudas conjuntas de Yoko Ono y Tony Cox, que llegaban aproximadamente a los cien mil dólares. Además John accedió a pagar por el coste del divorcio, lo cual incluía el traslado de Cox a las Islas Vírgenes, donde podría establecer residencia.

Al mismo tiempo que John se unía a Yoko, el romance de Paul McCartney con Jane Asher, que había durado cinco años, tocaba a su fin. De hecho, la primera vez que Paul tocó "Hey Jude" para John Lennon sin decirle que había compuesto esta canción para Julian, John creyó equivocadamente que Pul escribía sobre el final de su romance con Jane.

El 12 de mayo de 1968, Paul y John se fueron a Nueva York con algunos dignatarios de Apple para anunciar oficialmente su inicio. Después de la conferencia de presentación, Paul fue solo a encontrase con Linda Eastman. Linda se había presentado más temprano en la conferencia de prensa que habían dado los dos Beatles, y osadamente le pasó su número de teléfono a Paul.

Se encontraron en el apartamento de Nat Weiss en el East Side, donde pasaron juntos unos días. Una noche, cuando Paul le dijo cuánto le gustaban los niños, Linda le mostró a su hija Heather, que tenía entonces seis años. Dichoso Paul cuidó a la niña mientras su madre iba a fotografiar un número de rock en el Fillmore. Más tarde Paul volvió a Londres. Pocas semanas después, Paul regresó a Estados Unidos acompañado de Ron Kass, que era un ejecutivo de Apple. Este viaje se hizo expresamente para que Paul hablara en una convención de compañías discográficas en nombre de Discos Capitol, en Los Ángeles. McCartney era el único Beatle capaz de pensar en disertar durante una reunión a la cual concurrirían meros vendedores de discos, Paul conocía el valor de las relaciones públicas.

Pero Paul se aburría si no hacía más que trabajar, halló tiempo para divertirse en un bungalow del Hotel Beverly Hills. Había tres habitaciones, en una McCartney tenía a una hermosa actriz principiante de Holywood, en otra mantenía a una de las más famosas prostitutas de lujo negras de Los Ángeles. Paul se pasó el fin de semana yendo de un dormitorio al otro, deteniéndose solamente para firmar cuentas del servicio interno del hotel. El domingo el timbre del teléfono interrumpió esos trámites. Era Linda Eastman. Había volado a California y en ese momento se hallaba en el vestíbulo del hotel. Paul no vaciló, le dijo que fuese enseguida al bungalow. Pocos minutos más tarde, Linda se presentó en la puerta y Paul la llevó directamente a la sala de estar. Después golpeo la puerta de cada dormitorio ocupado y dijo a las muchachas que se vistieran y se fueran. Linda se quedó a pasar la noche allí, al día siguiente Paul la llevó a navegar con él en el yate de John Calley, que era entonces jefe de producción de la Warner Brothers.

Linda acompañó a Ron Kass y a Paul de vuelta a Nueva York y llevó consigo una bolsa llena de marihuana. Esta fue la primera de muchas insensateces de Linda con la droga. La marihuana resultó ser uno de los vicios favoritos de Linda. Ron Kass lo percibió mientras los tres aguardaban en el Vestíbulo de los Embajadores del Aeropuerto Internacional de Los Ángeles. Por el sistema público de comunicación se anunció que debido a una amenaza terrorista, habría que registrar todos los equipajes de mano.

Volviéndose de inmediato hacia Paul, Kass le preguntó si tenía algo en su bolso que pudiera causarles problemas, Paul sacudió la cabeza negativamente, entonces Kass se volvió a Linda, quien se mostró sorprendentemente complacida al informarle de que tenía un par de kilos dentro de una cartera que estaba apoyada en sus pies. Kas se fue a ver al supervisor de aerolíneas para decirle que registrar a Paul y a su amiga en público les causaría graves molestias. Sin duda Paul no iba a llevar una bomba. Los funcionarios se mostraron inflexibles, había que registrar a todos. No obstante, para evitar toda molestia, se podía registrar a Paul y a Linda en una oficina privada. Cuando volvió en busca de ellos al Vestíbulo de los Embajadores, Kass empujó con el pie la cartera de Linda debajo de una larga fila de sillones y la dejó allí. Nadie la vio, después de que Paul, Linda y Kass fueron cortésmente registrados, Linda recuperó su cartera y la llevó consigo en el avión. Kass quedó tan furioso que estuvo impaciente por librase de ella en Nueva York antes de que él y Paul tomaran el avión de vuelta a Londres.

Con todo, Paul se consumía por Jane, deseando que volviera de la gira, aunque se las arreglaba para entretenerse. Un día se presentó en la oficina de Apple una joven norteamericana llamada Francie Schwartz, como otras mil chicas tenía una carta y un guión que quería que lo leyera Paul. Barbara Bennett, la secretaria que entonces atendía la mesa de recepción, en un cierto gesto de bondad, habitualmente despedía a esas jóvenes, se la presentó a Paul, quien la llevó a dentro de su oficina. Más tarde salieron a tomar cócteles y a cenar, luego ella pasó la noche en casa de Paul. En menos de una semana, Paul solicitó que se diera trabajo a Francie en Apple. En medio de grandes resentimientos, se le asignó un escritorio en un rincón de la sección de publicidad. Transcurrieron tres semanas sin que Francie cumpliera alguna finalidad especial, aparte de ser la amante de Paul, estaba firmemente instalada en la casa del músico. Hasta que una noche, Jane regresó inesperadamente.

La dotación habitual de groupies que permanecían frente a la casa de Paul, trataron de avisarle por el intercomunicador, pero Paul creyó que era una broma. Jane abrió entró con su propia llave y tal como le sucedió antes a Cynthia, descubrió a otra mujer con su propia bata. Instantes después, Jade salió enfurecida de la casa y se alejó en su automóvil

Aunque después de eso se vio juntos a Paul y Jane una o dos veces, y Paul asistió al estreno de la nueva obra donde actuaba ella en el Teatro Fortune, para que las preguntas acerca de su ausencia no disminuyesen la felicidad de la velada para ella, la relación entre ambos había terminado. Un mes más tarde, el público lo supo cuando Jane mencionó en el Simon Show de la BBC, que su compromiso había sido roto por Paul.

Pronto Francie Schwartz fue despedida. Linda Eastman, no dejó de enviar cartas y hacer llamadas telefónicas. A principio del otoño de 1968, Paul la invitó a Londres, para ver su casa de la avenida Cavendish 7. Linda nunca se marchó de allí.

En octubre de 1968, la fábrica de chismes de la prensa británica había descubierto un detalle que provocó clamores de indignación moral en las cocinas y salas de estar de toda Gran Bretaña, Yoko Ono esperaba un hijo de John Lennon. El público se escandalizó, tanto admiradores como padres. Primero John se había desecho de su buena esposa inglesa para unirse con esta extranjera entremetida, ahora ella estaba embarazada sin haberse casado. Para colmo de males, sin que lo supiera el público, la policía estaba aparentemente sobre aviso de que John y Yoko estaban usando drogas fuertes.

El 18 de octubre de 1968, el sistema establecido cayó sobre John y Yoko, alrededor de las once y media de la mañana, alguien llamó a la puerta de la plaza Montagu, en el ex apartamento de Ringo ahora ocupado por John Lennon y Yoko Ono. John acababa de despertarse e intentaba prepararse para ir a Apple, cuando abrió la puerta se vio ante el sargento Norman Pilcher, de la Brigada Antidrogas de Scotland Yard, junto con seis agentes, una mujer policía para Yoko y dos perros entrenados para olfatear drogas. Mientras John y Yoko permanecían sentados uno al lado del otro, este equipo de policías recorrió el apartamento, uno de los perros encontró residuos de marihuana en el estuche de unos binoculares, también se hallaron algunas semillas junto al espejo del cuarto de baño. Más tarde se halló una cantidad mayor de marihuana en un envase de película, dentro del estuche de una vieja cámara.

John ya había oído hablar del sargento Pilcher, que se estaba haciendo famoso como fanático enemigo de la drogas, en el pasado entre otros astros del rock había detenido a Jagger y a Richards. Neil Aspinall llamó a Peter Brown explicándole lo que estaba pasando en casa de John. Brown llegó a la plaza Montagu en el preciso momento en que John y Yoko eran acusados formalmente de posesión de drogas, a lo que se sumaba una acusación de obstruir deliberadamente la búsqueda. Con chaqueta militar negra, pantalones negros y zapatillas blancas, John asustado fumaba un cigarrillo tras otro. Yoko también vestía de negro. Fueron conducidos fuera del apartamento, donde esperaba una caterva de fotógrafos y fueron introducidos en un coche policial.

Al ser informado, Paul acudió lealmente al rescate de John. Hizo una llamada telefónica de emergencia a sir Joseph Lockwood de EMI, preguntándole si podía utilizar su influencia política y sus conexiones para ayudar a Lennon. Sir Joseph accedió a llamar a la comisaría de Marylebone y aconsejar a John. Más tarde John y Yoko quedaron en libertad.

El día 1 de noviembre del año 1968, la compañía discográfica Apple Records, publicó "Wonderwall Music" que fue el primer álbum de estudio de George Harrison. El disco que fue la banda sonora del largometraje Wonderwall, fue también el primer trabajo en solitario de un miembro de The Beatles y el primero publicado por Apple tras su fundación. Las canciones son en su mayoría piezas instrumentales grabadas entre noviembre de 1967 y febrero de 1968 en sesiones que tuvieron lugar en los Abbey Road Studios de Londres y en la ciudad india de Bombay. Después de comenzar a usar instrumentos indios con los Beatles desde 1965, Harrison utilizó la banda sonora para promocionar la música clásica de la India e introducir en Occidente instrumentos musicales poco conocidos como elshehnai, el sarod y el santoor.

El 21 de noviembre, cuando se hizo evidente que Yoko no daría a luz normalmente, pese a todo el tratamiento médico con el que la habían cuidado, y que el hijo nonato de ambos moriría dentro del vientre de Yoko, John pidió que le llevaran al hospital una grabadora Nagra. Utilizando un micrófono estetoscopio, grabó los últimos latidos del embrión al morir. Como el bebé muerto requería legalmente un certificado de defunción, tuvieron que darle un nombre. John lo llamó John Ono Lennon II. El 28 de noviembre de 1968, todavía débil y enferma, Yoko se presentó junto con John en el juzgado de Marylebone. Se abrazaban deprimidos y derrotados, los ojos vidriosos por el dolor de verse perseguidos. John se declaró culpable de posesión de cannabis, con el acuerdo de que esta declaración de culpabilidad absolvería a Yoko Ono de toda responsabilidad. Fue multado con ciento cincuenta libras. Parecía un precio reducido en apariencia, pero a juicio de John y Yoko, al menos les había costado un hijo.

El mismo día en que John Lennon fue hallado culpable en el juzgado de Marylebone, él y Yoko Ono desafiaron al sistema establecido con la distribución de su primer álbum conjunto, "Two Virgins Nº 1". Era éste el álbum consistente principalmente en cintas que ellos habían grabado juntos la primera noche en Kenwood, mientras "viajaban" con LSD. Las largas bandas aparentemente interminables, estaban llenas del peculiar griterío de Yoko y la realimentación ensordecedora de John. Pero lo más polémico no fue el propio álbum, sino su cubierta. Las fotos eran tan escandalosas, que Peter Brown las guardó bajo llave en un cajón de su escritorio y no se las enseñó a nadie. Semanas más tarde llamó John para verificar que habían sido puestas en producción. Brown procuró convencerle de que cometía un error y de que las fotos causarían problemas jurídicos, pero John se negó a escucharle.

Al verla nadie se río en Apple. Paul McCartney aborrecía esta cubierta de manera indecible, la tomó como una ofensa personal, probablemente tal como John lo había planeado. Cuando Ringo vio las fotografías, hizo girar los ojos y pidió a todos que no se alteraran, "No es más que John siendo John" dijo. Cuando se mostró la portada a sir Joseph Lockwood, éste no quiso creer que John se propusiera realmente producir un álbum con esta portada. Llamó a John y Yoko para suplicarles que cambiasen de idea. "¿Por qué quieren hacer algo así?, preguntó. Ono respondió que eso era arte. "Pues entonces, ¿por qué no muestran a Paul desnudo? ¡Es mucho más bonito!". La decisión final de sir Joe fue que, aun cuando lamentaba profundamente rechazar a John, no podía permitir que EMI distribuyera un álbum con esa tapa, aunque EMI estaba perfectamente dispuesta a producir el disco para ellos por su estipendio habitual. A regañadientes el disco fue producido con el sello Apple y distribuido por Track, un sello independiente del cual era dueño el grupo The Who. Dondequiera que se vendía el álbum, la cubierta era envuelta en una funda de papel de estraza común, como si fuera un producto pornográfico.

El día en que se puso el álbum en circulación, Harry Pinsker (sobrio y enchalecado) que era director de Bryce-Hammer, la firma contable de los Beatles desde sus inicios, renunció a su cargo como asesor financiero de Apple Corp y se lavó las manos de todos los asuntos de los Beatles. Ahora que John y Yoko, desafiando toda autoridad moral, se involucraban en drogas y nudismo, Pinsker ya no deseaba verse relacionado con el grupo. Fue el primero de muchos partidarios y amigos que se alejaron.

Los informes sobre el flujo de dinero que pasaban por la mesa de Peter Brown, evidenciaban que la Boutique Apple se había convertido en una enorme sangría de dinero. En siete meses, la boutique perdió en sus operaciones casi doscientas mil libras. Hacía mucho que los Beatles y The Fool se habían distanciado. The Fool se trasladó definitivamente a Estados Unidos, jamás se volvió a oír hablar de ellos. El comité local de ciudadanos logró que se limpiara el llamativo mural que engalanaba los muros de la boutique.

El golpe definitivo llegó cuando la boutique hizo que los Beatles fuesen públicamente avergonzados y escarnecidos. En una columna periodística, se criticó a los Beatles por haberse convertido en tenderos. Esto enfureció tanto a John y a Paul, que decidieron cerrar la tienda sin más demora. Típico de ellos, resolvieron liquidar las mercancías no a través de la venta, si no regalándolas. John y Paul le dijeron a Brown, que habían decidido que el miércoles 31 de diciembre de 1968, todo el contenido de la tienda y los depósitos se abriría para el público, que podría llevarse lo que quisiera.

La noche anterior a la entrega gratuita, Yoko Ono y John Lennon llegaron a la tienda. Ante los sorprendidos empleados, Yoko extendió en el suelo grandes cortes de tela y se puso a amontonar mercancía en ellos, hasta que le llegó a la cintura. Luego anudó las puntas de la tela al estilo vagabundo y echándose a la espalda el atado lo sacó de la tienda como una Santa Claus oriental hasta el Rolls-Royce de John.

En menos de un mes Apple Corp., se trasladó a una nueva casa central que cuadraba mejor con sus grandiosas intenciones. Los Beatles adquirieron a un coste de casi quinientas mil libras, una hermosa casa urbana de cinco plantas situada en Savile Row 3, en el corazón del distrito de las sastrerías. Los Beatles se dedicaron a transformar ese edificio en su nuevo hogar.

En la segunda planta, subiendo un tramo de escalones alfombrados en verde manzana, había una oficina para los Beatles y Neil Aspinall, en frente estaba la oficina de Peter Brown, en ella había una gran mesa octogonal, en torno a esta mesa tendría lugar la disolución de los Beatles. En la tercera planta estaba la oficina de prensa, presidida por Derek Taylor. En las plantas más altas estaban las oficinas de arte e investigación, una sección cinematográfica, oficinas de contabilidad, ediciones musicales, encabezadas por Alistair Taylor. En el profundo subsuelo, Alex el Mágico emprendió su tarea con la cuadrilla de constructores para crear los estudios privados de los Beatles. Se empleó con horario completo, a un lacayo y guardián, a quien se vistió con una levita, Tommy Nutter. Además de la temeraria proclamación de John y Paul en el Tonight Show en Norteamérica, solicitando proyectos para Apple. Se convenció a Alistair Taylor para que pareciese en un anuncio ataviado como un músico callejero. Se le retrató tocando una guitarra con una armónica sujeta a la boca, un tambor colgando a la espalda y una tabla de lavar pegada al pie. El encabezamiento del anuncio decía: "Este hombre tenía talento".

Entre tanto, el 22 de noviembre de 1968, se publicó el álbum "The Beatles", un doble LP popularmente conocido como el "White Album" (Álbum Blanco) debido a su funda totalmente blanca. En contraposición a las anteriores fundas o cubiertas, el "Álbum Blanco" tenía el plus del diseño minimalista de Richard Hamilton, que contrastaba con anteriores diseños de las cubiertas de estilo pop-art como los que realizaba Peter Blake. Era una obra de arte, las treinta canciones incluidas en estos dos discos, les llevaron cinco meses para grabarlas y mezclarlas. Los críticos se extasiaron ante la enorme selección y diversidad de gusto en este álbum. Que abarcaba desde "Revolution" de John Lennon con influencia de Yoko Ono, hasta la dulce "Ob-la-di, Ob-la-da" de Paul McCartney.

Tony Palmer en el London Observer, dijo: "Si quedaba alguna duda de que Lennon y McCartney eran los más grandes compositores desde Shubert, el "Álbum Blanco" haría seguramente que el esnobismo cultural y el prejuicio burgués, fueran arrasados en un diluvio de jubilosa interpretación musical". Ninguno de los críticos advirtió, sin embargo, que tal vez la diversidad se debiera en parte, a la obra de individualidades más bien que al trabajo de los cuatro Beatles en colaboración. En la época de las sesiones para grabar el "White Album", la relación laboral de los Beatles se había desintegrado hasta el punto de que la única manera de que lograran algo en el estudio, era que cada uno de ellos se apoderara del control de la grabación de su propia composición mientras los demás tocaban el acompañamiento. Esto puso a Paul en los controles la mayoría de las veces, a John en segundo lugar y a George en un mal tercer puesto, ya que el álbum incluyó solamente cuatro de sus canciones. George tuvo tantos problemas para lograr la atención de John y de Paul, que hasta llevó consigo a Eric Clapton para usarlo como su guitarrista de grabaciones.

Ringo no contribuyó casi nada, finalmente se había vuelto superfluo para los Beatles. En el estudio se pasaba casi todo el tiempo sentado en un rincón, jugando a los naipes con Neil Aspinall y Mal Evans. Entre los allegados de los Beatles, era un secreto mal guardado que, cuando Ringo salía del estudio, a menudo Paul volvía a grabar él mismo los canales correspondientes a la batería. Al día siguiente, cuando regresaba al estudio, Ringo fingía no advertir que la interpretación no era suya. El mensaje de Paul y los demás era claro, este hombrecillo que había ingresado en el grupo por pura suerte y que se había hecho importante gracias a los Beatles, no era musicalmente lo bastante bueno como para tocar con ellos.

Un día Ringo al llegar a casa tras una sesión de grabaciones en cuyo transcurso Paul lo había reprendido sobre como tocar, le dijo a Maureen que él ya no era un Beatle, que se había ido del grupo. Después de varios días, de aburrimiento e irritación porque los demás no habían procurado reincorporarlo, decidió con cierta vergüenza que volvía a los Beatles. La tarde que llegó al estudio, los otros tres dispusieron que su batería quedase sumergida bajo flores por valor de varios cientos de libras. Ringo quedó encantado y todo se perdonó, pero el deterioro ya era definitivo, los cimientos del grupo se resquebrajaban y ninguna cantidad de flores podría ocultar eso.

John era cada vez más despectivo con los aportes creativos de McCartney, al que empezó a identificar como "autor de música para abuelitas", calificando la canción "Ob-La-Di, Ob-La-Da" como "música-basura para abuelitas". Recordando las sesiones del "White Album", Lennon ofreció un curiosamente abreviado resumen de la historia que había vivido con sus compañeros a partir de ese momento, diciendo: "Es como si sacaras cada tema de ahí y lo convirtieras en todo mío o todo de Paul solamente yo con músicos de acompañamiento por un lado y Paul igualmente por otro; y me lo pasé bien. Entonces fue cuando vi que debíamos disolvernos". McCartney también recordó que las sesiones marcaron los comienzos de la ruptura, diciendo: "Hasta ese momento, el mundo era un problema, pero nosotros no lo éramos", lo cual siempre había sido "la mejor cosa de los Beatles".

El 4 de diciembre de 1968, el personal de Apple recibió la siguiente circular de George Harrison: "Los Ángeles del Infierno estarán en Londres durante la semana próxima, en camino para arreglar las cosas en Checoslovaquia. Serán doce en total, he oído decir que acaso intenten hacer pleno uso de las instalaciones de Apple. Acaso parezcan dispuestos a masacrar, pero son muy rectos y hacen buenas cosas, así que no los temáis ni los pongáis nerviosos. Procurad ayudarlos sin descuidar vuestras tareas en Apple y sin permitirles que tomen el control de Savile Row".

La llegada de Los Ángeles del Infierno y la Cuadrilla Californiana del Placer, detuvo toda actividad en Savile Row. Congregados en puertas y rincones, los empleados trataban de no clavar la vista en el contingente que subió por las escaleras alfombradas de verde, pasó frente a los vulnerables discos de oro colgados en las paredes y entró en la oficina de prensa donde estaban Derek Taylor y Peter Brown. Peter le tendió la mano al cabecilla del contingente Frisco Pete (que había sido invitado por George en su encuentro en California) y le dijo con la mayor amabilidad posible: "Me alegro de conoceros". Derek fue en busca de su mejor whisky con coca cola. La visita terminó sin incidencias.

En ese momento Derek tenía entre manos asuntos de mucha mayor trascendencia. Pocos meses atrás, se excedió ligeramente en sus responsabilidades al prometer a una revista mensual que obtendría para ellos un mensaje grabado original de John y Yoko. Este mensaje sería impreso como un disco de plástico flexible que se podría abrochar a la revista. El texto del mensaje sería un alegato por la paz mundial y por el fin de la guerra de Vietnam. Entonces pareció un golpe de genio, pero durante el otoño, cuando se habría debido preparar la grabación, Derek no pudo comunicarse con John, parecía ser que John estaba siempre demasiado drogado. A principios de diciembre, hacía un mes que la revista anunciaba el disco y todavía no había mensaje alguno. Los abogados de la revista ya habían hablado con Peter Brown por teléfono, amenazando con un costoso litigio.

Después de que Derek prácticamente se lo implorara al personal doméstico, John acudió finalmente al teléfono. Derek le explicó el problema y la urgencia de grabar en cinta un simple mensaje, aunque fuese por teléfono. John parecía muy cansado y drogado, le contestó a Derek que tenía una cinta para él y que mandara a alguien a buscarla.

Pocos días más tarde, Derek invitó a los redactores de la revista y a sus abogados al 3 de Savile Row. Les pidió que se sentara en una hilera de sillas, frente a unos enormes altavoces. Les dijo que les iba a poner la contribución de John y Yoko para el mensaje navideño, y puso en marcha la cinta.

Llenó la habitación el latido del corazón de un bebito, que se hizo cada vez más tenue hasta detenerse. "Y entonces el bebé murió", agregó Derek. La gente de la revista no quería creerlo, pensaban que era una broma monstruosa. Derek les aclaró que no era ninguna broma, lo han mandado ellos y es de ustedes gratis. La revista demandó a Apple por daños y perjuicios. Finalmente el caso se resolvió sin llegar a los tribunales, en la época del acuerdo Derek escribió un memorándum que se hizo circular por toda Apple, decía: "Si me considerarais responsable por esto, descontadlo de mi sueldo. Ya sabéis donde encontrarme, Derek".

El 11 de diciembre, John Lennon y Yoko Ono participaron en la grabación organizada para la televisión por The Rolling Stones, su titulo era "The Rock and Roll Circus".

El 17 de diciembre de 1968, se estrenó en Estados Unidos la película Candy, dirigida por Christian Marquand e interpretada por Ringo Starr y por artistas tan famosos como: Marlon Brando, Ewa Aulin, Charles Aznavour, Richard Burton, Elsa Martinelli, John Huston. 

Aquel Fin de Año fue bastante triste, todavía no se daban cuenta que realmente el final se avecinaba. Hasta aquel momento, tenían la tradición de celebrar el Fin de Año todos juntos, pero ese año todo era distinto. No estaba Cynthia, tampoco Brian. John y Yoko no aparecieron, Ringo se estaba aburriendo de Maureen, y ahora también faltaba Jane Asher. En su lugar estada Linda Esatman, cuya tenacidad había triunfado, permitiéndole conseguir un Beatle. Por su parte George y Pattie parecían tener dificultades, abundaban los rumores de que George tenía muchas amiguitas a escondidas, mientras Pattie permanecía en casa y hacía el papel de buena esposa. La joven pareja se pasó toda la noche discutiendo y a media noche Pattie Boyd lloraba encerrada en el cuarto de baño.

A la izquierda yo y a la derecha Paul McCartney, ambas fotografías en el 3 de Savile Row 

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