Año 2001

PAUL, GEORGE, RINGO y John

"Driving Rain" es el decimosegundo álbum de estudio de Paul McCartney, publicado por la compañía Parlophone el 12 de noviembre de 2001.

El álbum supone el primer trabajo de McCartney desde el anuncio de su relación con la modelo y activista Heather Mills, con quien se casó un año después. A pesar de ser el primer álbum con material propio desde la publicación en 1997 de "Flaming Pie", el álbum obtuvo una escasa repercusión comercial y alcanzó el puesto 26 en la lista estadounidense Billboard 200, mientras en el Reino Unido entró en la posición 46.

El álbum refleja un periodo de transición en la vida personal de McCartney, tras la muerte de su primera mujer, Linda McCartney, a causa de un cáncer de pecho en 1998. Repuesto de su pérdida, McCartney conoció a Heather Mills, a quien dedicó las canciones "Your Loving Flame" y "Heather".

En el 2001, George Harrison creyó que había vencido su pasado cáncer de pulmón. El guitarrista había sido un fumador empedernido, de tres cajetillas de tabaco rubio inglés cada día. Pero en una revisión bimensual, le detectaron que el cáncer se la había traspasado nada menos que al cerebro, con dos tumores. Pocas semanas después, el guitarrista de los Beatles apenas podía andar unos pasos. Era la primavera del año 2001.

Los asistentes médicos de George creyeron descubrir la tabla de salvación. El doctor Franco Cavalli había tenido bastante éxito a través de una metodología con el cobalto. George entonces, le compró al millonario inglés Timothy Abegg, un hermoso palacete en Montagnola, con preciosas vistas al lago Lugano. También "milagrosamente" le dieron la residencia suiza en agosto, en un tiempo record. George, que la mayoría de las veces se movía gracias a una silla de ruedas, estaba encantado en su nueva mansión, llamada Collina D´Oro, donde no descuidó su pasión por la música y la jardinería.

Desgraciadamente, el tratamiento del oncólogo doctor Cavalli fracasó. Su hijo Dhani le ayudó mientras tanto a que terminara las últimas canciones de lo que sería su álbum póstumo, "Brainwashed" ("Lavado de cerebro"), un ataque muy agudo al sistema de la sociedad actual. Y sobre todo, una impactante denuncia a la Iglesia Católica en "P2 Vatican Blues (Last Saturday Night)".

En Collina D´Oro, afortunadamente, el aeropuerto más cercano estaba a pocos kilómetros. George volvió a viajar en su avión privado, un Gulf Airstream Jet. Esta vez, a Nueva York para ponerse en manos de otro oncólogo de vanguardia, el doctor Gil Lederman. Los dos tumores cerebrales en la cabeza de George fueron atacados con fuertes dosis de radiación.

Su esposa Olivia contó que cuando George fue ingresado en un hospital en Staten Island, él sabía que estaba muy cerca de la muerte. Le dijo que quería despedirse de la gente que había sido importante en su vida, incluida su hermana Louise con la que no se hablaba y.... Paul McCartney. Sí, porque las relaciones con el bajista de los Beatles habían sido muy negativas, repletas de conflictos legales y de falta de entendimiento. Con Ringo, en cambio, mantenía una gran amistad y se veían a menudo. Pero, sobre todo, con lo que no quería morirse era con el sentimiento de que alguno de sus queridos Beatles se quedara con cualquier tipo de resentimiento. Sobre todo, porque Lennon antes de ser asesinado, no le dirigía la palabra por culpa de su autobiografía "I Me Mine", en la que hablaba despreciativamente de John. George un año antes de morir, con motivo del 30 Aniversario de su álbum triple "All Things Must Pass", hablaba de los Beatles con distancia, vengativamente y con cierto escozor en su alma.

El jueves 22 de noviembre, el doctor Gil Lederman se dio por vencido y anunció a Olivia y a Dhani, el hijo de George, que tenía por entonces 23 años, que a George Harrison, el guitarrista de los Beatles, el autor de "Something", le quedaban sólo horas de vida. La pregunta no podía ser más macabra: ¿Donde le apetecía morir?

George aún seguía sin rendirse del todo. Lo que estaba claro es que no quería por nada del mundo morir en un hospital. Por supuesto, quería acabar sus días como devoto de Krishna, pero desde luego no en su residencia inglesa. Harrison también pensó que si daba el último suspiro en Friar Park, su mansión se convertiría en un circo con gente en la puerta llorando y con todas las tribulaciones de la "beatlemania", que tanto odiaba.

La opción que más deseaba George Harrison era morir en una de las islas de Hawai, en su querida casa de Maui, al borde del mar, donde había escrito su última canción, "Rocking Chair in Hawai", en donde siempre había encontrado la felicidad. Por eso era tan amante de los "ukeleles". Pero le advirtieron que el hospital de Maui no estaba bien preparado oncológicamente.

¿Donde morir?, Olivia no tuvo más remedio que hacerse con los servicios de un "gurú" de las estrellas, que estaba acostumbrado a solucionar ese tipo de papeletas. Contrató a Gavin de Becker, que incluso había logrado capturar al asesino del hijo de Bill Cosby. De Becker sugirió Los Ángeles como el lugar más apropiado para morir y pasar inadvertido. A Olivia se le encendió la luz y se acordó que Paul McCartney se había comprado recientemente una casa en el Laurel Canyon. Llamó a Paul y el bajista de los Beatles se puso completamente a disposición de la familia Harrison para todo lo que quisieran, así como los dos asistentes de la mansión. Según contó Paul durante la hora de conversación final que mantuvo él con George, tuvieron sus manos agarradas. Cantaron algunas viejas canciones, hurgaron en unos cuantos recuerdos y lloraron los dos.

McCartney le había comprado la mansión de Los Ángeles, curiosamente, a Courtney Love, la "viuda negra" de Kurt Cobain, de Nirvana. Courtney la había adquirido por tres millones de dólares a la presentadora televisiva Ellen De Generes y se la había vendido a su vez, a Paul por tres millones novecientos mil dólares. Aún hizo negocio. Se trataba de una casa estilo francés, con cuatro habitaciones y toda una parafernalia de jardines y arboles para disuadir a cualquier intruso. Paul también se la había comprado por darle un capricho a su novia de ese momento, Heather. La casa estaba en el número 9536 de Heather Road. En efecto, George, Olivia y Dhani salieron el viernes 23 de noviembre del aeropuerto JFK de Nueva York en su avión privado. Al llegar al aeropuerto privado de Santa Mónica, primero se dirigieron al Hospital de la Universidad de la UCLA, uno de los mejores preparados para el cáncer en todo el mundo. George necesitaba cada día morfina para calmar sus dolores.

Las siguientes 36 horas fueron nada más que la crónica de una muerte anunciada, en la inmensa habitación donde había dormido algunas veces su querido amigo McCartney. El hospital de UCLA le había proporcionado la típica botella de glucosa intravenosa, mezclada con una combinación líquida de diamorfina. Durante esas terribles horas de vigilia, en muchas ocasiones, George, en estado comatoso perdía la conciencia. La recuperó algunas veces cuando su maravilloso amigo Ravi Shankar le tocaba el sítar a los pies de la cama.

Finalmente, su muerte llamó a la puerta a la una y veinte de la tarde, hora de Los Ángeles, diez y veinte de la noche hora española del 29 noviembre del año 2001.

¿Como se murió George? Según Olivia, apaciblemente casi sin enterarse, con sus dos amigos Shayam Sundara y Mukunda, desde hacía más de treinta años de la religión Khrisna, al borde de la cama cantando algunos himnos religiosos.

Tan sólo veinte minutos después de su muerte, llegaba un coche funerario de color blanco del Hollywood Forever Cementery para recoger el cuerpo de George. Sólo se detuvieron poco después para formalizar un certificado de defunción falso. Olivia dio una dirección que no existía, para que jamás los encontraran, en el 1971 Coldwater Canyon de Beverly Hills. Tal como les había indicado De Becker. A continuación, se dirigieron al crematorio del cementerio de Hollywood Forever. La cremación se produjo justo diez horas después de la muerte de George. Exactamente, a las ocho y media de la mañana hora española, del 30 de noviembre de 2001. Le habían incinerado justo en el mismo lugar donde lo habían hecho con Mama Cass.

Como había dispuesto el especialista de Becker, Olivia, Dhani y la hija de Olivia, que había tenido de un matrimonio anterior, partieron hacia Benarés, en la India, pocas horas después para que las cenizas de George fueran esparcidas en el Ganges. Pero esa circunstancia, nunca ha sido oficialmente confirmada.

Según Krip Moya Das, de la sociedad internacional de Khrisna Consciousness, las cenizas de George fueron inmersas en el río Yamuna en tres veces consecutivas, como exige el ritual del destino final entre los fieles de Khrisna. Asegura el sacerdote que el propio George había elegido un lugar que se lo tenía muy estudiado. No quiso las aguas santas del Ganges, porque en las "ghatas" de Benarés, tan superpobladas, cualquiera se hubiera dado cuenta de la ceremonia. Fue un lugar mágico del río Yamuna donde George eligió esparcir sus cenizas.

Pero el caso es que hoy en día, no está claro adonde llegaron a parar todas las cenizas del guitarrista de los Beatles. Sus hermanos Harry y Peter tenían otras dos urnas. Un año después de la muerte de George, Olivia obtuvo una licencia para exportar las cenizas desde Los Ángeles a Suiza. Parece que George también quiso "estar" en el jardín de su casa Collina D´Oro, en el lago Lugano. La tercera urna dicen que viajó a su querida casa del mar en la isla de Maui. Pero eso no lo sabremos jamás, al menos que su hijo Dhani lo cuente algún día. George Harrison quiso que se le recordara como el "ángel misterioso" que siempre quiso ser. Algo que francamente le encantaba parecer. 

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