Año 1999

STONES, BILL, TAYLOR y Brian

En enero de 1999, mientras los Rolling Stones se preparaban para volver de gira por Estados Unidos, Jerry Hall solicitó el divorcio, "Salía cada día en los periódicos (declaró a un periodista), humillación pública y angustia en privado. No es fácil para ninguna mujer, y no es bueno para tu seguridad". Cuando sus hijos empezaron a ser irrespetuosos y se burlaban de ella, Jerry le dijo a Mick que no fuera a su casa. "Me di cuenta de que estaba dando un mal ejemplo", dijo ella. El año entero se lo pasaron en una batalla sobre el divorcio y el dinero, pero Jerry Hall nunca pareció perder la estima por el díscolo padre de sus hijos. "Mick es un hombre maravilloso (declaró ella) y un esposo horrible".

Anita Pallenberg se había creado una nueva leyenda en las calles de Londres, donde se la podía ver corriendo en su bicicleta de diez velocidades. Sobria durante más de una década, vivía en un piso elegante al lado del rio, a un tiro de piedra de su antigua casa en Cheyne Walk. Aquellos que conocían su vida veían a Anita Pallenberg todavía como un hermoso símbolo de recuperación y como el camino de vuelta de la adicción y su angustiosa media vida.

Anita: "Después de la redada de Toronto (de 1977), se suponía que estábamos limpios, pero nunca lo estuve. Hicimos ese tratamiento eléctrico (de caja negra) con Meg Patterson, que no funcionó porque no pusimos nada de nuestra parte. Seguí sola, contenta de tener más droga de la que quería. Luego Keith y yo nos separamos a través de los abogados. Me metí en una juerga mortal, apuntándome en Alphabet City de Manhattan, una fiesta sin parar durante años, Si salía, bebía, y aún era peor.

"Toqué fondo durante unos cinco años. Estaba deprimida, no me movía del sofá. Vivía en Long Island después de que ese chico se matara en mi casa, residiendo en diversos lugares porque solían expulsarnos. Tenía una vecina que cuidaba de caballos de carreras retirados. Cogía una botella de cerveza y le inyectaba tranquilizantes de caballo con una jeringa y yo me la bebía. Durante tres días, sin saber lo que hacía. Me desperté en Nueva York, sin saber cómo había llegado allí".

El 25 de enero de 1999, Los Stones volvieron a los recintos cerrados, empezando la gira "No Security Tour" de 34 actuaciones en el Oakland Arena. Era una versión reducida de su espectáculo en estadios, repleta de éxitos de jukebox y con menos artilugios. El escenario estaba despejado, a excepción de los estribos posteriores con motivos negros y amarillos en los bordes. Las cubiertas de tela de los monitores del escenario, sólo visibles para los músicos, llevaban fotos de Bob Marley y Little Walter.

El espectáculo comenzaba con un videoclip del conjunto caminando por las entrañas de un auditorio como gladiadores o la nueva banda de la ciudad. "Jumpin' Jack Flash" establecía un lanzamiento a gran velocidad antes de que los Stones iniciaran su actuación de dos horas que ignoraba las canciones recientes a excepción de "Out of Control" y "Saint of Me", que había sido muy coreada en Europa. En Oakland, los Stones cantaron por primera vez en concierto "Moonlight Mile" y "Some Girls". Mick cantando sobre algunas chicas que le daban hijos (¡cuando sólo había hecho el amor con ellas una vez!), obtuvo una ovación de complicidad por parte del público. Keith Richards, luciendo trencitas y cintas en su erizado peinado gris, interpretó un miniset que incluyó "You Got the Silver" y "Before They Make Me Run" para deleite de sus fans.

En febrero de 1999. Bill Wyman y su grupo Rhythm Kings publicaron el álbum "Anyway The Wind Blows".

En los primeros meses de 1999, la gira de los Rolling Stones consiguió llenazos en el Oeste y el Medio Oeste. Liberados de las trabas artísticas de su escenario operístico, incorporaban canciones antiguas que eran una sorpresa en las actuaciones. Los vientos de Bobby Keys golpeaban aquí y allá con una disciplina de orquesta de espectáculo. Ese año, el conjunto era una dínamo bien engrasada, músicos maestros que a veces parecían como si realmente pudieran tocar las estrellas del cielo.

Los más cercanos a Mick Jagger sabían que su intensidad actual tenía relación con la desintegración de su familia en Londres. Jerry quería un pedazo de esa fortuna estimada en quinientos millones de dólares. Los abogados de Mick respondieron a la demanda de divorcio de ella declarando que la boda de 1990 en Bali no tenía validez. Incluso los amigos de Mick pensaban que declarar efectivamente bastardos a los cuatro hijos que tuvo con Jerry (Elizabeth, James, Georgia, y Gabriel) era demasiado. La prensa desempeñó su papel. "¿Ha sido alguna vez elegante el ser despreciable? (preguntó el Daily Mail). ¿Ha sido alguna vez sexy el ser tacaño y egoísta? ¡Por supuesto que no!". El Times se burló de Mick como "Un más bien patético libertino viejo que trata desesperadamente de recobrar su juventud pasada, persiguiendo a chicas de la edad de sus dos hijas mayores".

Mick Jagger rehusó hacer comentarios, pero más tarde echó la culpa a sus abogados. Su hija Elizabeth lo acompañó mientras los Stones permanecieron de gira. En Rio, una embarazada Luciana Giménez enseñaba el ombligo en una carroza de carnaval, como si llevara el hijo de algún dios. Jerry Hall declaró la guerra. Llamó a Patti Hansen y le advirtió de que Rupert Lowenstein podía estar jugando sucio, y le aconsejó que se enterara de dónde estaba el dinero. Luego Patti se irritó porque Keith no parecía importarle un carajo dónde estaba su dinero. "No hablo con Mick de su vida amorosa (dijo Keith)". Él se mantuvo estoico por lo que respectaba a los amoríos de su amigo. "Siempre lo siento por las mujeres de Mick, porque acaban llorando en mi hombro. Y yo ¿como crees que me siento?, estoy pegado a él".

En la gira, Charlie Watts estaba increíble en un renovado "Paint It, Black". Lisa Fischer fingía perseguir a Mick durante "Brown Sugar", y el bis habitualmente era "Sympathy for the Devil". Después de algunas actuaciones, Mick merodeaba por ahí y concertó una cita con Andrea Corr, pero ella tuvo el sentido de acudir con su hermano y su mánager. En las dos noches en Boston, Mick distinguió a una linda chica de entre el público en la primera actuación y le gritó que fuera al Four Seasons Hotel. Ella se presentó debidamente y pasó la noche con Mick, también fue la noche siguiente, pero se le comunicó que Mick había abandonado el hotel. En realidad, él estaba arriba de fiesta con una nueva amiga.

Johnnie Lang hizo de telonero en los últimos espectáculos de "No Security", en el escenario se le sumaron Leah Richards y Elizabeth Jagger. Cantaron con él otra vez en una actuación en un club de Chicago con la asistencia de Mick. La gira terminó el 19 de abril en San José. "¡Buenas noches! ¡Habéis sido fantásticos! ¡Que Dios os bendiga!", gritó Mick cuando el conjunto se marchó. La ovación fue tan prolongada que finalmente, Keith volvió con el albornoz puesto, a hacer un último adiós con la mano.

En mayo de 1999, los Stones ensayaron en Ámsterdam para once actuaciones pospuestas de "Bridges To Babylon" al aire libre, en Europa. Sheryl Crow hizo de telonera en Polonia, Francia, España (el 15 de junio de 1999 en el Monte do Gozo de Santiago de Compostela) e Italia, saliendo al escenario con los Stones para interpretar "Honky Tonk Women" con Mick. El 8 de junio en Londres, hicieron una actuación en un teatro, el Shepherd's Busch Empire. Con el anfiteatro lleno de invitados (Anita, Jerry, Marianne, Pete Townshend, Page y Plant, Aerosmith y una Spice Girl). Los Rolling Stones irrumpieron con "Shattered" y conmocionaron a todos.

Unas noches después, los Stones finalmente efectuaron los conciertos del estadio de Wembley, que fueron notoriamente pospuestos por razones fiscales. Todavía recuperándose del Shepherd's Bush, el hastiado elenco realizó unas actuaciones apáticas, con muchas localidades vacías. La actuación de Mick parecía un taller de aerobic y la camisa de cuello redondo de Charlie fue descrita por la prensa como imperdonable. Cuando la gira finalizó en Colonia a finales de junio, se informó de que los Stones habían recaudado 300 millones de dólares, luego los Stones desaparecieron durante unos años. Mick Jagger pagó a Jerry Hall una indemnización de unos ocho millones de dólares y de mala gana, aceptó la paternidad de Lucas Jagger, nacido el 18 de mayo de 1999, después de que al niño se le practicara un reconocimiento sanguíneo ordenado por el juez.

Aunque divorciado, Mick Jagger se mudó cerca de su anterior hogar en Richmond para estar cerca de sus hijos, pero el arreglo no funcionó porque él sentía celos de los acompañantes de Jerry, mucho más jóvenes que él.

El 20 de julio de 1999, se publicó el álbum de Mick Taylor "Off the Board in Chicago House of Blues" 

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