Año 1990

STONES, TAYLOR y Brian

En febrero de 1990, después de un mes de descanso, los Rolling Stones realizaron sus primeros conciertos en Japón. Llegaron al país con tiempo, sin Bill, cuyo padre estaba enfermo y cuya joven esposa convalecía de una grave dolencia intestinal, Wyman se incorporó unos días más tarde. Al llegar diez días antes de iniciar la gira concedieron una serie de ruedas de prensa. Los Stones realizaron diez actuaciones "Steel Wheels" con todas las entradas vendidas en el Tokio Dome, el público japonés se comportó como acostumbraba, las ovaciones estruendosas eran seguidas por un súbito silencio mientras el gentío inmerso esperaba la siguiente canción.

El arquitecto Mark Fisher fue a Tokio a fin de hablar del nuevo decorado para la parte europea de la gira en verano 1990. El aparejo de "Steel Wheels" era demasiado grande y caro para trotar por el continente europeo. El nuevo decorado de Fischer era un ligero y veraniego telón de telas de lona colgadas de los andamios, y la gira pasó a llamarse "Urban Jungle". Los escenarios de la "Urban Jungle" se podían montar en seis días en vez de los diez requeridos por los "Steel Wheels".

Los Stones se fueron de Japón y se tomaron un tiempo de reposo. A finales de abril, el conjunto se reunió en un castillo de Normandía para ensayar en su salón de baile. Las cuarenta y cinco actuaciones de "Urban Jungle" se iniciaron en el Estadio Olímpico de Rotterdam el 2 de junio de 1990. Se añadieron al programa "Blinded by Love" y Terrifying", y Keith Richards alternaba "Can't Be Seen" con una punzante "Happy" en su parte como vocalista del grupo. "Street Fighting Man" resucitó como un tema de gran producción durante el que se desplegaban cuatro globos gigantes de perros con sables en los dientes. Los rabiosos canes de cómic de duros colmillos, se convirtieron en el logotipo de la "Urban Jungle". Al final de la canción, Mick a uno de los cuatro globos perrunos lo pinchaba en los testículos con un largo palo y el perro se lo comía.

La antigua locura de los Stones "I Just Want to Make Love to You" retumbó ante 70.000 espectadores en la primera de las tres noches de París, llevando a los fans más viejos al paroxismo nostálgico. El anteriormente fuera de la ley conjunto de blues era visto ahora como políticamente atractivo. Jacques Chirac, entonces alcalde de París, entregó a los Stones las llaves de la ciudad.

El 6 de junio, en el Estadio Olímpico de Berlín, Mick cometió el error de decirle a Keith que sería la multitud más grande a la que jamás se habían enfrentado, Keith que bebía abundantemente y tocaba más fuerte que una bomba, al oír a Mick, bebió todavía más de lo acostumbrado y Mick se quejó de que los oídos le sangraban.

El 13 y 14 de junio de 1990, los Stones actuaron en el Estadi Olímpic de Barcelona, en el segundo concierto fue la primera vez que mi esposa y yo, veíamos tocar en directo a los Rolling Stones.

En Madrid, Mick fue recibido por el presidente del Gobierno español, Felipe González. En julio actuaron en Italia y en agosto de 1990, la "Urban Jungle" recorrió los países escandinavos y por primera vez, Alemania del Este y Checoslovaquia. En Praga, los Stones fueron recibidos como un ejército de liberación por el nuevo presidente del país, Vaclav Havel, el dramaturgo disidente encarcelado a menudo por los comunistas y que había subido al poder en noviembre de 1989. El Gobierno checoslovaco permitió incluso que un gigantesco logotipo amarillo con la lengua se instalara en una colina con vistas a la Praga histórica, en un lugar donde antiguamente había una estatua de Stalin.

El presidente Havel, un veterano fan del rock, les contó a los Stones en un bar de la ciudad vieja, lo importante que había sido su música para la generación de posguerra que había crecido detrás del telón de acero.

Los Stones tocaron en el estadio Strahov de Praga el 19 de agosto. Havel y 107.000 fans vieron al conjunto al aire libre bajo un espectacular aguacero. Una entrada para el concierto servía como pasaporte de un día para que millares de húngaros y polacos también pudieran asistir.

Después de actuar en Praga los Stones volaron a Londres en el avión del presidente checoslovaco, y la gira finalizó con dos conciertos en el estadio de Wembley el 24 y 25 de agosto. Ambos conciertos registraron llenazos, y los Rolling Stones tocaron todos los registros para multitudes londinenses, que pudieron oír un extenso y humeante solo de guitarra blues de Keith durante "Sympathy for the Devil". Los espectáculos terminaban siempre con todos los miembros saliendo a saludar en línea. Luego los acompañantes desaparecían, dejando a los cinco Rolling Stones solos, mientras oleadas de ovaciones caían sobre ellos. La multitud nostálgica y aficionada de esa noche final de Wembley no tenía la menor sospecha de que también era la última aparición de Bill Wyman con los Rolling Stones.

Bill Wyman publicó sus memorias, "Stone Alone" en otoño. El 7 de diciembre de 1990, se casaron Mick Jagger y Jerry Hall en Londres, Keith no asistió y se fue a Nueva York para celebrar su cuadragésimo séptimo cumpleaños y el tercer aniversario de su boda.

A final de año, el matrimonio de Bill fracasó después de diecisiete meses. La pareja nunca habían vivido juntos. Mandy adelgazó hasta pesar 32 kilos y tuvo un despertar religioso que le hizo abandonar a su marido.

En una reunión del conjunto, Mick y Keith dijeron a los demás que no querían trabajar durante un par de años. Aunque no hay descanso para los malditos y los Stones estarían de nuevo en el estudio a principios de 1991.

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