Año 1967

Primero se publicó en febrero de 1967, el disco sencillo independiente de doble lado "Strawberry Fields Forever" y "Penny Lane". Yo creo que éste es el mejor single de la historia de los Beatles.

El "Sgt. Pepper's" le siguió en junio. La complejidad de las grabaciones musicales, creadas usando sólo tecnología de grabación a cuatro pistas, asombró a artistas contemporáneos que buscaban superar a los Beatles. Para el líder de The Beach Boys, Brian Wilson, en medio de una crisis personal y dificultades para completar su ambicioso álbum "Smile", el oír "Strawberry Fields" fue un duro golpe y pronto abandonó todos los intentos de competir con los Beatles. El "Sgt. Pepper's" recibió la aclamación de la crítica. En 2003, la revista Rolling Stone lo situó como el mejor álbum de todos los tiempos, y es ampliamente considerado como una obra maestra. Jonathan Gould lo describe como una obra rica, continua y desbordante de genialidad colaborativa, cuya audaz ambición y sorprendente originalidad hacen que se amplíe notablemente sus posibilidades, aumentando así las expectativas de lo que puede ser la experiencia de escuchar la música popular en una grabación. Sobre la base de esta percepción, el "Sgt. Pepper's" devino en el catalizador de una explosión de gran entusiasmo por parte de las masas para con el formato de álbum de rock, que iba a revolucionar tanto la estética como la economía de la industria discográfica que sobrepasaría las anteriores explosiones pop provocadas por el fenómeno de Elvis en 1956 y el fenómeno de la Beatlemanía en 1963.

"Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band" es probablemente el álbum más famoso por su portada en la historia de la música popular. Fue uno de los primeros en su género en incluir las letras de las canciones en su funda. Esas letras fueron objeto de intenso análisis; los fanáticos especularon, por ejemplo, que el "célebre Señor K." en "Being for the Benefit of Mr. Kite!" de hecho podría ser el escritor de ficción surrealista Franz Kafka. El crítico literario norteamericano y profesor de inglés Richard Poirier escribió un ensayo "Aprender de los Beatles", en el que señalaba que sus estudiantes estaban "escuchando la música del cuarteto con tal grado de compromiso, que él, como maestro de literatura, sólo podía envidiarles". Poirier ha identificado lo que él llamó las alusiones mixtas del material musical: "Siempre es poco prudente asumir que sólo están haciendo una sola cosa o que se están expresando en un único estilo, un solo tipo de sentimiento acerca de un tema no es suficiente y tiene que existir a menudo cualquier sentimiento inducido dentro del contexto de las alternativas aparentemente contradictorias". McCartney dijo en ese momento: "Nosotros escribimos canciones. Sabemos lo que queremos decir en ellas. Pero en una semana alguien más dice algo al respecto, y no lo puedes negar. Tú pones tu propio significado a tu propio nivel a nuestras canciones". La muy elaborada portada del Sgt. Pepper's diseñada por Peter Blake, ocasionó gran interés y un estudio profundo sobre ella. Los bigotes que en esta época llevaban los miembros del grupo se convirtieron rápidamente en un sello distintivo del estilo hippie. El historiador cultural Jonathan Harris describió "el coloreado intenso y paródico de los uniformes militares" usados por los Beatles en el disco, como una visualización cómplice en contra de la autoridad y el sistema.

El 3 de abril de 1967, dos días después de finalizar los trabajos de "Sgt. Pepper's", Paul viajó acompañado por Mail Evans a Estados Unidos para visitar a Jane Asher que estaba trabajando en aquel país. De modo inspirado, mientras regresaba en el avión a Inglaterra, Paul empezó a tomar apuntes para el siguiente proyecto de los Beatles después de "Sgt. Pepper's". Sentado en el compartimiento de primera clase del avión, empezó a dibujar imágenes: payasos, mujeres gordas y enanos. Lo iba a llamar "Magical Mystery Tour" y se proponía hablar con Brian tan pronto como llegara. Al llegar a Londres Paul fue informado por Peter Brown de que Brian estaba ingresado en una costosa clínica, los ciclos de sueño y vigilia de Brian estaban tan desarticulados, que se pasaba varios días seguidos sin dormir.

Brian regresó del hospital el día 19 de mayo de 1967, el mismo día en que debía tener lugar una recepción para la prensa para la presentación de "Sgt. Pepper's" en la casa de Brian, en la calle Chapel. Brown organizó este acontecimiento para Brian, tratando de reducirlo a invitar solamente a los diez representantes más importantes de la prensa para escuchar el nuevo álbum y disfrutar de una cena familiar con los Beatles. Para un periodista, una invitación a tal acontecimiento valía su peso en oro. Peter Brown se vio inundado con peticiones de invitaciones durante las dos semanas anteriores a la fiesta.

Una de esas llamadas provino de una joven fotógrafa norteamericana llamada Linda Eastman, que en 1967, a sus veinticinco años era una llamativa combinación de estudiante holgazana y seductora cazadora de astros. Una noche, Chas Chandler el bajista de los Animals, llevó a Linda a un famoso club llamado Bag of Nails. Paul y Brown estaban allí para tomar un trago después de una larga sesión de mezclas. Peter qua había conocido a Linda en Nueva York como una fotógrafa de rock en ciernes, se la presentó a Paul. De allí Linda se fue con Paul a otro club. Al día siguiente Linda telefoneó a Peter Brown para contarle que tenía una carpeta con nuevas fotos de los Rolling Stones, sabiendo que Peter era admirador de ellos, la invitó a subir a su oficina para verlas. Linda le regaló una fotografía de Brian Jones a cambio de que Brown le diera una invitación para la sesión fotográfica de "Sgt. Pepper's".

Linda apareció en la fiesta totalmente cambiada, El cabello rubio cortado y resplandeciente, lavado y peinado, vestía una chaqueta de doble pechera a rayas, con una falda corta que ponía de relieve sus largas piernas. Sostenía por delante una cámara Nikon y no tardó mucho en dedicarse exclusivamente a Paul. Cuando Linda volvió a Estados Unidos, Lillian Roxon, decana de los críticos de rock, encontró una foto de Paul y Linda tomada por otro fotógrafo durante la fiesta. Se la envió a Linda, que hizo ampliar la foto a un tamaño suficiente para cubrir la puerta de su cuarto de baño. Durante dos meses la miró todos los días, como si así pudiera hacer que Paul fuese en su busca.

Brian Epstein se encontró inundado con ideas de personas que creían saber que debían hacer los Beatles en vez de salir de gira. Muchas de esas personas eran aspirantes a representantes que merodeaban en torno a Brian como tiburones en el agua, esperando el momento justo para subir y atacar. De éstos, el más agresivo era un hombre llamado Allen Klein. Era un sujeto malhablado, de habla veloz, que tenía poco más de treinta años, desaliñado en el vestir y bastante obeso. Recientemente había irrumpido en la escena del rock inglés haciéndose cargo de la representación de los Rolling Stones. Klein dijo haber oído decir que los bajos porcentajes que EMI pagaba a los Beatles por derechos, eran una mierda y que él podría renegociar los contratos. Majestuosamente ofendido ante la sugerencia de que otra persona debiera reemplazarlo en su tarea, Brian hizo que llevaran a Klein hasta la puerta.

Pero en su fuero interno, Brian estaba asustado. En primer lugar no había dicho nada a los Beatles en cuanto a su plan de vender a Robert Stigwood la parte dominante de la NEMS. En segundo lugar él veía como signos de la creciente insatisfacción de los Beatles hacía él. Sin embargo más le asustaba el hecho de que sin que lo supiese casi nadie, los contratos de representación de los Beatles con Brian, iban a caducar en otoño de 1967. Brian era incapaz de levantarse de la cama hasta las cinco de la tarde debido a las enormes cantidades de barbitúricos que había en su organismo.

Sin decírselo a los Beatles, Brian renegoció sus contratos de grabación con EMI, que concluiría a finales de 1967. Brian se esmeró por demostrar a los muchachos que era tan duro como cualquiera. Con una buena actuación, elevó los derechos de autor de los Beatles a un diez por ciento sobre todos los discos sencillos y álbumes de los cuales se vendieran menos de cien mil y de treinta mil respectivamente, y el quince por ciento sobre todos los álbumes y discos sencillos de los que se vendieran más de esas cantidades. En Capitol de Estados Unidos, el porcentaje de los derechos de autor fue elevado al diecisiete y medio por ciento. El nuevo adelanto no sin confusión, fue de aproximadamente un millón de libras.

Brian había inscrito en el nuevo contrato una cláusula por la cual la NEMS recaudaría todos los emolumentos debidos a los Beatles, de donde Brian deduciría su veinticinco por ciento. No obstante, estos contratos con EMI duraban nueve años, ocho enteros más allá de la duración de los contratos de Brian como representante. Ahora aunque ellos lo despidieran, él seguiría cobrando derechos sobre sus grabaciones. Brian jamás les hizo notar esta cláusula.

Le pidió a Brown que le consiguiera las firmas de los cuatro músicos en los contratos, mientras él se recuperaba de una fiebre glandular. Peter Brown llevó los contratos a España, donde Ringo y Maureen estaban visitando a John y a Cynthia mientras John rodaba en Almería "How Iwon the war". Más tarde George y Paul firmaron los contratos en Londres, consiguió todas las firmas sin que nadie hiciera preguntas.

Con el éxito de "Sgt. Pepper's", los Beatles se volvieron más sensibles todavía a su poder para influir en grandes cantidades de gente y así se pasó a la era de las canciones con mensaje. Los Beatles habían decidido que ese verano, el mensaje era de amor. El amor era todo lo que se necesitaba.

Eso era ingenuo y banal, pero de algún modo, era tan fervoroso que daba esperanzas a todos. De este mensaje hicieron un nuevo himno, una canción titulada "All You Need is Love" (Todo lo que necesitas es amor), que fue estrenada para el mundo, el 25 de junio de 1967 en una emisión internacional llamada "Our Wold", tele trasmitida por vía satélite a más de doscientos millones de televidentes. Su aparición en medio del Verano del Amor hizo que lo adoptasen como himno del "flower power".

A la emisión del programa entre otros invitados, estuvieron presentes Mick Jagger, Eric Clapton, Marianne Faithfull, Keith Richards, Keith Moon, Graham Nash, Mike McGear, Patti Boyd y Jane Asher. Unos días antes Brian Jones había tocado el saxo en la grabación de "You Know My Name" de los Beatles, en los estudios de Abbey Road.

Brian Epstein tuvo la inspiración de ofrecer una fiesta en Kingsley Hill para celebrar este clima de benevolencia. La lista de invitados para la fiesta incluyó a los Beatles y a la mayoría de sus amigos como Mick Jagger, Marianne Faithfull, Nat Weiss y varios más. Derek Taylor y su esposa Joan, fueron en avión desde Los Ángeles. Al llegar a Heathrow, se encontraron con un espectáculo increíble. John, Cynthia, George y Pattie habían ido a recibirlos al aeropuerto y se comportaban como se hubiesen perdido el juicio. Estaban vestidos de brujos y princesas con atavíos de raso purpúreo y amarillo. En torno a sus cuellos lucían guirnaldas con flores y campanillas, que tintineaban y brillaban al moverse ellos. Con ellos estaban las tres personas que habían diseñado esas vestimentas. Eran Simon Posthuma y sus dos bellas acompañantes, Josje Leeger y Marijike Koger, a los tres les pusieron el nombre de "The Fool". Los Beatles y The Fool hacían cabriolas y distintos bailes por todo el vestíbulo de recepción, besando y abrazando a Derek y a su esposa, que no lograban entender lo que pasaba.

John y George dijeron que el plan era ir directamente a Kingsley Hill y llegar antes que los demás invitados. Los nueve se apretujaron en el Rolls-Royce de John, que había sido recientemente pintado a mano con un luminoso diseño psicodélico de flores y volutas. Luego partieron hacia la campiña inglesa, junto a la ruta se habían colgado racimos de globos de alegres colores como señales, marcando el rumbo a los invitados.

Derek comprobó que en el interior del vehículo John había instalado un plato giratorio de calidad profesional, las puertezuelas estaban provistas con altavoces de similar calidad. Alguien sacó una cajita con píldoras y se hizo circular en el automóvil una tableta empapada en ácido para que todos siguieran mordisqueando, incluida Joan que estaba embarazada de tres meses. Brian Epstein encontró algo que le arruinaría su diversión, Paul había telefoneado temprano con una excusa impecable y no iría a la fiesta. Brian en voz baja dijo: "Paul no ha venido, éste día nada menos habría debido venir". John y George se precipitaron sobre él para consolarlo, "Vamos Brian", le dijo George abrazándolo "nosotros estamos aquí, somos buenos amigos y te queremos".

En un momento de la fiesta George descubrió que John y Derek estaban acurrucados en el mullido asiento posterior del Rolls-Royce de Lennon, los tres iban cargados de ácido. George le dijo a Derek: "No te inquietes nunca tendrás que preocuparte por nada mientras vivas, siempre nos tendrás a nosotros". Derek y Joan vendieron su casa y sus muebles de Los Ángeles y volvieron a Londres a fin de que Derek pudiese trabajar para los Beatles. Salvo breves períodos, Derek Taylor ha trabajado para uno u otro de los Beatles desde entonces.

Había en la fiesta dos personas que no gozaban de los efectos del LSD. Una era la asistente de Brian, Joanne Newfield, la otra era Cynthia, desde el momento en que había llegado a la fiesta, la ansiedad la dominaba. Tanto miedo tenía a veces que no podía hablar ni pedir ayuda. La única persona que con su presencia la tranquilizaba, era John.

Cuando Paul regresó de un viaje a San Francisco, después de su visita de cumpleaños a Jane, abundaba en relatos maravillosos sobre el movimiento hippie, presentándolo como un paraíso terrenal. El 1 de agosto de 1967, George y Pattie fueron a verlo con sus propios ojos. Los acompañan su amigo Alex el Mágico, Neil y Jenny Boyd, la hermana de Pattie. Llegaron un hermoso domingo de sol, en un avión alquilado y fueron recibidos por Derek que se sabía orientar en San Francisco y se ofreció hacer de guía turístico local para ellos. Tan pronto como se acomodaron en el asiento posterior de un limousine alquilada, George sacó un poco ácido, luego partieron "volando" a ver a los hippies.

George esperaba que todos fueran dueños de sus pequeñas tiendas, esperaba que todos fueran amables, limpios, cordiales y felices. En cambio desde atrás de las ventanillas coloreadas de la limousine, no veían más que una deprimente zona de arrabales, habitada por una multitud de jovencitos extraviados y desengañados. Estaban drogados fuera de toda comprensión o necesidad. En su mayor parte iban descalzos y sucios. La limousine se paro no lejos de la famosa intersección de las calles Haight y Ashbury, bajaron para dar un paseo a pie. Que George Harrison descendiera de una limousine en San Francisco en el verano de 1967, se parecía a que Cristo bajara de un platillo volador. En la primera esquina, George y su grupo se tropezaron con un ángel del infierno llamado Frisco Pete, un sujeto corpulento y robusto, tatuado, que vestía una chaqueta vaquera sin mangas. El LSD hacía que Frisco pareciera mayor todavía que su tamaño real, al verlo George tembló. Resultó que Frisco Pete quería solamente estrechar la mano de este joven Dios, igual que todos los demás y se juntó al gentío. Aliviado al comprobar que Frisco no se proponía hacerles daño, George los invitó a ir a Londres. Alguna vez se lamentaría de este ofrecimiento.

Cuando George volvió a Inglaterra, tan asqueado estaba con lo que había visto en San Francisco, que juró no volver jamás a ingerir drogas, una promesa que no cumpliría por supuesto. John sugirió que se escaparan de todo eso creando su propio pequeño reino, por ejemplo una isla. Oyendo la llamada de la oportunidad, Alex dijo conocer el sitio adecuado, cerca de la costa de Grecia.

Al día siguiente por indicación de Peter Brown, partieron Alex el Mágico y Alistair Taylor, que era ya gerente de oficina y cumplía diversas tareas para los Beatles, a Grecia en busca de una isla. Menos de cuarenta y ocho horas más tarde, llamó Alex diciendo que había localizado un sitio que Dios había creado solamente para ellos. Alex no se había molestado a recodar a los Beatles que en 1967, Grecia sufría bajo el poder de uno de los gobiernos militares más represivos del mundo. La junta militar había prohibido tanto el cabello largo, como la música rock.

Según cuenta Alex, se comunicó con un alto funcionario gubernamental a quien identificó como el vicepresidente de Grecia y le preguntó si sabía quien eran los Beatles, el funcionario le respondió que eran un grupo pop, pero que no sabía a que venía esa pregunta. Alex le comentó que los Beatles podrían tener un valor publicitario enorme para Grecia, si el gobierno griego colaboraba para hacer placentero su estancia en el país heleno. Alex logró un acuerdo con el funcionario gubernamental. Si se trataba a los Beatles como personajes muy importantes y no se les registraba en el aeropuerto, ellos posarían para una serie de fotografías de publicidad con las cuales el Ministerio de Turismo podría demostrar cuán benévola era Grecia. En la práctica solicitaba inmunidad diplomática a cambio de un apoyo a la junta militar.

Antes de que John saliera de Inglaterra, Alex le advirtió por teléfono que no criticara a la junta ante la prensa, ni en Atenas ni en Londres y que se condujera siempre correctamente en Grecia. Pero cuando llegó al aeropuerto el avión comercial de pasajeros, John salió por la portezuela luciendo una chaquetilla militar y de inmediato empezó a hacer el saludo a cada soldado que veía. Cuando Alex se acercó a John, sus ojos vidriosos le indicaron cuán drogado estaba.

Alex se había tomado muchas molestias en vano, no hacía ni cinco minutos que John estaba en Grecia, cuando descubrió que se había dejado su provisión de LSD en Londres. Cuando se dio cuenta de esto, John quedó inconsolable. Alex el Mágico no sabía que hubiera LSD en Grecia y no estaba dispuesto a buscarlo. El único modo de conseguir LSD sería importándolo de Londres. Convencido de que su teléfono estaba intervenido, Alex hizo una cautelosa llamada telefónica a Mal Evans, a la oficina de NEMS, manteniendo esta conversación:

Alex: "John no se siente bien, Mal, debes venir a Grecia y traerle su medicina".

Mal: "¿Cuál medicina? contestó Mal perplejo".

Alex: "Ya sabes, la medicina para su acidez".

Mal Evans tomó el primer avión rumbo a Atenas, al día siguiente John estaba "volado". Los Beatles fueron despiadadamente explotados por el gobierno griego. El repentino apoyo de los Beatles a Grecia causó cierta perplejidad, pero nunca fue explicado.

El 24 de agosto de 1967 mientras Queenie, la madre de Brian regresaba a Liverpool después de pasar unos días en Londres tras la muerte de su marido, John, Paul y George iban hacia el hotel Hilton para escuchar al Maharishi Mahesh Yogui, que exponía su sabiduría. La primera en llamarles la atención acerca del Maharishi había sido Pattie Harrison, a quien se le había presentado la meditación trascendental como un modo de elevarse, en su primer viaje a la India con George. Aun cuando George se había vuelto aficionado a la música y la comida india, los aspectos religiosos de esa cultura se le escapaban todavía. Pattie aprendió misticismo y meditación trascendental ella sola, leyendo libros. Cuando Pattie se enteró de que el Maharishi Mahesh en persona disertaría en el Hilton el 24 de agosto, inició una campaña para lograr que los Beatles fuesen. John llevó a Cynthia, Paul llevó a Jane Asher y a su hermano Michael, y George llevó a Pattie y a su hermana Jenny. Ringo, el único Beatle que no asistió, se hallaba en el hospital Reina Carlota. Visitando a Maureen y a su segundo hijo recién nacido, Jason que tenía cinco días.

Cuando llegaron al Hilton, los Beatles fueron conducidos de inmediato a la primera fila del salón de baile, donde había más de mil concurrentes. El Maharishi resultó ser un hombrecito diminuto con una espectacular melena negra se fundía con una larga barba, tenía la voz canturreante y chillona. Después de la disertación, el Maharishi, que no ignoraba el valor publicitario de los Beatles si llegaban a ser sus discípulos, les invitó a subir a sus aposentos del hotel para una audiencia privada. Dijo a los Beatles: "Mediante sus nombres ustedes han creado un aire místico. Tienen que usar esta influencia mágica. La de ustedes es una responsabilidad tremenda". Esa noche cuando John salió de las habitaciones del Maharishi, lo único que pudo decir a los reporteros fue: "aun estoy aturdido". Al día siguiente los representantes del Maharishi informaron a la prensa de que los Beatles y sus amigos habían sido invitados a un curso de meditación de diez días que el Maharishi ofrecería en el Colegio Superior Normal de Bangor situado al norte de Gales, y que los Beatles habían aceptado. Partirían con otros trescientos seguidores que se habían inscrito para el curso. Lo harían sin séquito ni guardaespaldas, en un tren común desde la estación de Euston.

La tarde de su partida, un viernes que también era el inicio de las largas vacaciones. La estación de Euston estaba casi intransitable, aparecieron cuadrillas de reporteros, la prensa inglesa sabía reconocer una crónica deliciosa y no pensaban perder de vista a los Beatles. Esa crónica pareció volverse todavía mejor cuando a los Beatles se sumaron Mick Jagger y Marianne Faithfull.

El viernes 25 de agosto de 1967, aunque John, Paul y George habían dispuesto llegar solos a la estación, Peter Brown y Neil Aspinall aparecieron por allí para asegurarse de que los muchachos subían al tren sin molestia alguna. John y Cynthia fueron los últimos en llegar, lo hicieron en su Rolls-Royce que inmediatamente fue reconocido por la multitud de personas que estaban en los aledaños de la estación. Cuando el chófer paró el coche, John se abrió paso entre el gentío, pero una oleada de bombillas se encendió en la cara de Cynthia, cegándola temporalmente, cuando pudo volver a ver, había perdido a John. De un extremo a otro del andén los revisores gritaban todos al tren, súbitamente el tren dio una sacudida y avanzó. Al mirar a su alrededor, John vio que faltaba Cynthia. Allí en la estación retenida por policías y admiradores, se hallaba Cynthia. Ella no pudo hacer otra cosa que estallar en lágrimas. Peter la abrazo y le prometió que Neil la llevaría en coche a Bangor y que posiblemente llegarían antes que el tren.

A la mañana siguiente en una conferencia de prensa alentada por el Maharishi, los Beatles hicieron un anuncio sorprendente, renunciaban a las drogas. McCartney, Lennon y George, explicaron que era imposible alcanzar armonía espiritual si se tenían sustancias extrañas en el organismo y como querían dar una oportunidad justa al Maharishi, renunciaban a todo eso. John parecía sincero como los demás y por unos días, mantuvo su decisión.

Brian Epstein no había renunciado a las drogas. Sin entusiasmo John y Paul lo habían invitado a participar en el viaje a Bangor, pero sabían que él no iría. Brian pensaba pasar aquel fin de semana en Kingsley Hill acompañado por Peter Brown, Geoffrey Ellis (presidente de la NEMS) y algunos conocidos de Brian. Cuando Peter y Geoffrey llegaron a Kingsley Hill a la hora de cenar, Brian se hallaba con el talante sombrío, los demás invitados habían llamado para cancelar su asistencia. A las diez de la noche, Brian sorprendió a sus dos amigos anunciando que se iba a dar un paseo en coche por la campiña. A la medianoche al ver Peter que Brian no había regresado llamó al número privado de Brian de la calle Chapel. Después de sonar muchas veces, lo atendió Antonio que era el criado de Brian, quien explicó a Peter que Brian había llegado hacía unos minutos y se había ido directamente a la cama.

A las cinco de la tarde del sábado 26, sonó el teléfono de Kingsley Hill, era Brian que acababa de despertarse y se sentía muy aturdido. Dijo que comería alguna cosa y regresaría en coche a Kingsley Hill. Peter le sugirió que en vez de volver conduciendo, debía tomar el tren. Aceptando que esta idea era más sensata, Brian dijo que volvería a llamar más tarde para avisar en que tren llegaría, jamás llamó.

El domingo al mediodía, conscientes Antonio y María de que Brian aun estaba en su habitación, trataron de despertarlo por el intercomunicador, pues la puerta estaba cerrada por dentro con llave. Al ver que no respondía, llamaron por teléfono a Kingsley Hill, pero Geoffrey y Peter habían salido a comer algo en un bar local. Entonces Antonio llamo a la secretaría de Brian, Joanne Newfield, quien telefoneó a Alistair Taylor explicándole lo que pasaba y le pidió que la esperara en la calle Chapel.

Cuando llegaron a la calle Chapel, Peter y Geoffrey ya estaban de vuelta en Kingsley Hill. Desde la calle Chapel llamaron de nuevo a Peter y éste les dijo que no avisaran al doctor de Brian, Norman Cowan que vivía lejos, si no que buscaran a su propio médico, el doctor John Gallway que vivía a dos calles de distancia. Cuando quince minutos más tarde llegó el doctor Gallway, Joanne, Alistair y Brian Barret, el chofer, estaban esperando junto a las dobles puertas de roble del dormitorio de Brian, que aun estaban cerradas con llave. Gallway llamó a Peter para preguntar que hacían, Peter les contestó que tiraran las puertas. Con mucho esfuerzo, Antonio y Barret consiguieron que las puertas se astillaran y cedieran.

Las cortinas estaban cerradas, la habitación a oscuras pero gracias a la luz que provenía del pasillo, todos pudieron verlo, tendido sobre el costado derecho, con las piernas enroscadas en posición fetal. La correspondencia del sábado estaba abierta a su lado junto a la cama. Todos los presentes supieron instantáneamente que estaba muerto. Era el domingo 27 de agosto de 1967.

Simultáneamente en Bangor, los Beatles acababan de terminar una merienda tardía y se paseaban por los verdes alrededores, disfrutando del fin de semana y jugando con sus nuevos mantras. Peter Brown hizo jurar a Pattie Harrison, que tan pronto llegaran a Bangor ella lo llamaría para darles el número del teléfono más cercano. Peter llamó y pidió que Paul se pusiera al teléfono, cuando lo hizo, le explicó que Brian había muerto hacía un rato en su casa de la calle Chapel, la prensa ya lo sabía y creía que lo mejor era que los tres Beatles regresaran a Londres. Aunque conmovido y entristecido, Paul estaba extrañamente tranquilo al igual que los demás Beatles. Buscaron consuelo en la figura del Maharishi, quien les dijo que de hecho, la muerte de Brian ara algo bueno, algo que no se debía lamentar. Al encontrarse con la prensa, John dijo: "Nuestra meditación nos ha dado confianza para sobrellevar semejante sacudida". De pie cerca de John, Cynthia lloraba sobre un pañuelo. Por su parte Paul dijo: "Ha sido una gran sacudida y estoy muy alterado", mientras acompañado por Jane, subía en el asiento posterior de un coche. "No existe la muerte, sólo en el sentido físico", dijo George al grupo de reporteros. Ese fue el homenaje que Brian recibiría de los Beatles.

En la ciudad de Nueva York, Allen Klein atravesaba el puente George Washington hacia su Nueva Jersey. A sus espaldas, Manhattan resplandecía como un diamante, cuando transmitieron una noticia por la radio, había muerto Brian Epstein. Klein chasqueó los dedos y pensó: "Ya los tengo".

Brian tuvo un funeral tranquilo y digno en Londres, Se pidió a los Beatles que no se acercaran, para que los medios no lo convirtieran en un circo. Fue sepultado en el Cementerio Judío de Longrane, no lejos de la reciente tumba de su padre. Nat Weiss que llegó desde Nueva York en avión, arrojó en la tumba abierta de Brian un girasol que le había dado George Harrison.

En la ceremonia habló el rabino Samuel Wolfson, quien casi no había conocido a Brian, dijo que Brian había sido un símbolo del malestar de su generación. Sentado en la capilla, Nat Weiss lloró amargamente. Apenas empezaba a percibir la parte más trágica de la muerte de Brian. Allí estaba un hombre cuyas pasiones habían desencadenado un fenómeno de espectáculo, que habían influido en el curso de la historia, pero el mundo recordaría tan sólo su desdicha y no los sueños que llenaron estadios.

Queenie (la madre de Brian), nunca se recobró plenamente de la conmoción sufrida culpándose por la muerte de su hijo. Su casita de Liverpool, la adornó con todo de fotos de Brian.

Aunque los Beatles no asistieron al funeral de Brian Epstein, si estuvieron presentes en un servicio religioso en memoria de Brian, que se celebró el 17 de octubre de 1967 en la New London Synagogue. "Es imposible que alguien reemplace a Brian", decía sin cesar Paul.

El 2 de septiembre de 1967, Paul tomó las riendas y convocó en su propia casa a todos los Beatles. La idea de Paul era seguir adelante con el "Magical Mystery Tour" que había ideado en el avión al volver de Estados Unidos. Había decidido que sería un especial de una hora para la televisión. Ya había compuesto parte de la canción principal y con el agregado de unas seis nuevas canciones más, filmarían una película que acompañaría el programa.

"Magical Mystery Tour" fue un revoltijo. De haber vivido Brian, jamás se hubiera hecho como se hizo. El lunes 11 de septiembre de 1967, un autobús amarillo y azul partió rumbo a Devon con un reparto y una dotación de cuarenta y tres personas a bordo. Paul explicó que quería incluir en la película una escena en que él mismo, sentado en una pintoresca colina, cantaba una canción compuesta por él, llamada "The Fool on The Hill" (El Tonto de La Colina). Partió rumbo a Francia sin decírselo a nadie y en el aeropuerto de Heathrow logró burlar las autoridades inglesas, diciendo que su pasaporte lo esperaba en Francia. Ya en Niza dijo a los funcionarios franceses que el pasaporte llegaría más tarde, traído por un mensajero. Ellos accedieron a que el célebre visitante entrara en el país con una autorización especial, hasta que llegara su pasaporte. Cuando Paul volvió a Londres, esa única toma de él mismo sentado en la colina de Niza había costado cuatro mil libras.

Paul había planeado rodar el final con un número de baile con sombrero de copa y bastón, en los Estudios Shepperton cerca de Londres, pero a nadie se le había ocurrido reservar tiempo en el escenario sonoro. Desesperados, arrendaron un viejo campo petrolífero en West Mailing (Kent), donde se construyó un plató enorme. En el episodio culminante al estilo Busby Berkeley se empleaban más de cuarenta enanos, diez o doce bebés y una banda militar con uniforme de gala.

Cuando finalmente quedó terminada "Magical Mystery Tour", Paul la proyectó en la NEMS. La reacción fue unánime, era espantosa. Peter Brown le dijo a Paul que lo mejor era tirarla a la basura aunque significaba haber perdido cuarenta mil libras, pero más valía echarla a la basura que pasar vergüenza.

Pero el ego de Paul no le permitía considerar las palabras de Peter, estaba convencido de que "Magical Mystery Tour", sería recibida por el público con tanto entusiasmo como todos los productos anteriores de los Beatles. A regañadientes, vendieron los derechos a la BBC, que la emitió el 26 de diciembre de 1967, día festivo en Inglaterra. Cuatro millones de británicos estaban en casa, celebrando las vacaciones. Le fue tan rotundamente mal que fue cancelada en ese momento en Estados Unidos.

La reacción de la crítica fue verdaderamente notable. Según los críticos: "Una basura sin atenuantes, cuanto más alto se llega más dura es la caída", clamó el Daily Express, el Daily Mail la calificó como "un proyecto vanidoso", mientras que The Guardian la calificó como "una especie de juego de fantasía moral sobre la grosería, la calidez y la estupidez de la audiencia". A trece mil kilómetros de distancia, en Los Ángeles, el Daily Variety se refirió a la reacción con este titular: "Críticos y espectadores abuchean a los Beatles en su primer fracaso con la película de Pascuas".

No obstante, con el filme lograron amasar dos millones de dólares, alquilándolo a establecimientos educacionales. En Norteamérica, el álbum dio un beneficio bruto de ocho millones de dólares en sus diez primeros días de distribución. En Inglaterra donde "Magical Mystery Tour" se lanzó como EP, también ocupó el primer puesto. Como de costumbre, todo lo que ellos tocaban se convertía en dinero y el dinero empezaba a ser el mayor problema que tenían. Se les cobraba impuestos en una proporción del noventa y seis por ciento.

El consejo de un experto en impuestos fue simple, expandirse invirtiendo en negocios afines con valores prácticos. Era un plan sólido a largo plazo, para asegurar riqueza a los Beatles cuando envejecieran.

Durante varios meses, los Beatles jugaron con la idea de un negocio afín, pero para ellos la sola palabra "negocios", tenía connotaciones terribles. ¿Por qué no podían ser divertidos los negocios?, preguntaban. ¿Por qué un negocio no podía tener un nombre bonito, como por ejemplo Apple?

Crearon la sociedad Apple Corp., la cual a su vez debía administrar una nueva sociedad llamada Beatles and Co. Neil Aspinall fue designado director administrativo de Apple, además de dirigir Beatles and Co., ésta a su vez, adquirió el ochenta por ciento de Apple. La primera idea fue abrir una cadena de tiendas de discos, pero vender discos fue desechado por ser demasiado comercial. Tenía que ser algo más grande, mas abarcador que el sólo hacerse comerciantes. De la noche a la mañana, la idea se desarrolló con rapidez como era habitual en los Beatles. Apple pasó a ser una fuente multifacética de apoyo y financiación en todas las áreas de la creatividad, como la música, la cinematografía, ediciones, diseño y electrónica.

Ante sus propias narices tenían dos ejemplos perfectos donde invertir: Alex el Mágico y The Fool. Se daría a Alex un taller donde investigar y desarrollar todos sus maravillosos inventos. The Fool podría diseñar y manufacturar ropa a nivel masivo e inaugurar una línea de indumentaria y boutique, un lugar bello donde se pudieran comprar cosas bellas.

Los Beatles descubrieron que sus contables ya habían comprado para ellos como inversión a largo plazo, un edificio en la esquina de las calles Baker y Paddington. En las plantas superiores del edificio, abrieron las nuevas oficinas de Apple. Se nombró a Terry Doran director gerente de la editorial Apple. Se pidió a un amigo de la infancia de Lennon, Pete Shotton, que dirigiera un supermercado adquirido por John para él. Cuando el edificio quedó demasiado atestado, se abrieron oficinas adicionales en una planta grande de un edificio situado en la calle Wigmore. Allí se contrató a Ron Kass, vicepresidente de Liberty Records en Europa, para dirigir Apple Records.

La imagen de Apple, era una manzana Granny Smith (manzana verde de la Abuela Smith), sirvió como método de distinción en los singles y álbumes de la compañía, siendo impresa una imagen de la manzana entera en la cara A de los discos de vinilo y una manzana partida a la mitad en la cara B.

Se pidió a Pete, hermano de Jane Asher, que encabezara la sección de talentos de la compañía. Fue establecida Apple Films, que sería presidida por Dennis O'Dell, un ex colaborador de Richard Lester. También ingresó en la firma Stephen Maltz, un contable de Bryce-Hammer. Casi todos emplearon asistentes y dichos asistentes emplearon secretarias.

Finalmente la boutique abrió el 7 de diciembre de 1967. Solamente Harrison y Lennon se molestaron en asistir. Desde el día que la tienda abrió sus puertas, empezó a perder dinero, pero de perder dinero se trataba en cierto modo, los Beatles permanecieron impávidos.

Parece ser que un par de meses después de la muerte de Brian Epstein, McCartney y Jagger sospesaron la idea de fundir los intereses de los Beatles y de los Stones, Mick incluso hizo que un abogado registrara el nombre de "Mother Earth" para su denominación, desde la oficina de los Beatles creían que era muy interesante que se estableciera un lazo profesional entre las dos bandas. Sin embargo Allen Klein quedó horrorizado con esta posibilidad de fusión y ordenó a Les Perrin que echara un jarro de agua fría sobre la idea.

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